Llega el fin de año y qué menos que hacer un balance de lo fotografiado y lo sucedido. Para recordar, lo suyo es repasar el álbum de fotos …
En enero estuvimos en Venecia y vimos una ciudad en la niebla 🙂 aún así, alguna de las fotos las encuentro atractivas. Nació Giulia.
Alcachofas en Venecia. enero 2011
En primavera mis primeros 50 años. En el trabajo me regalaron la Canon G12. Pero el gran regalo fue el viaje a Vietnam y Camboya. Todavía no he dejado en este diario muchas fotos de este viaje pero el año que viene estará llena de ellas.
Angkor, Camboya abril 2011
El verano como siempre, el otoño peor. La sequía nos dejó sin setas y por más que lo intenté no supe fotografiar como se merece el Alto Tajo en esa época en la que está precioso.
Tomy y yo. Autorretrato de verano, agosto 2011
No ha habido, salvo los viaje, una gran producción fotográfica ni en cantidad ni en calidad. A partir de agosto la mala situación económica ha repercutido en modo de recorte de salarios y aumento del trabajo, lo mejor del mundo laboral. Menos tiempo y menos inspiración para hacer fotos.
Rio Tajo, octubre 2011
El año en definitiva agridulce. Es una obviedad pues todos los años son así.
Agrio el 15 de agosto cuando en un partido que no iba a jugar me rompí el bíceps femoral de muy mala manera. Adiós al deporte competitivo y a ver cómo queda la cosa
Dulce es ver como en esta última semana del año 2011 acabamos un libro cuyo prologo empezó en la primavera de 1988 … ya escribiremos sobre ello.
Feliz 2012.