En el sur de Islandia tuvimos peor clima que en el norte. El sur acumula muchos sitios de interés en relativa corta distancia. Aquí voy a comentar unos cuantos a los que habría que sumar los que ya he relatado de Vatnajökull.
El primer sitio de parada fue Vik, nos acercamos a ver la iglesia. La tarde un poco más apacible después del diluvio de Skaftafell Luego fuimos a la fantástica playa de Reynisfjara con sus columnas de basalto y de ahí al cercano acantilado y faro de Dyrholaey. En el acantilado tuvimos la suerte de ver un frailecillo con pescaditos bastante cerca. Toda una alegría pues pensábamos que no los íbamos a ver. Un rápido paso por Skogafoss bajo la lluvia y a Hella al hotel. Este fue el peor hotel y pasábamos tres noches. Peor hotel porque el desayuno era bien malo y pobre y porque estaba en medio de núcleo urbano sin ningún encanto ni por dentro ni en los alrededores. Los dos días siguientes eran días de ir al interior y andar, a Landmalaugar, que si estuvimos, y a Thórsmörk que no pudimos llegar por el agua. Tuvimos que cambiar los planes y aprovechamos para rematar lugares del sur como Sólheimajökull impresionante lengua glaciar y la cascada Seljalandsfoss que la puedes rodear por detrás. También repetimos Reynisfjara y nos encontramos que el acantilado encima de la cueva estaba lleno de frailecillos con los que estuvimos un buen rato observándolos. Aprovechamos un hueco en la lluvia para subir por encima de Skógafoss y cerrar nuestra estancia en el sur de Islandia.Archivo de la etiqueta: Viajes
Vatnajökull
Vatnajökull es el glaciar más grande de Islandia. Nuestro hotel en la zona estaba situado en una granja en medio del campo cerca de la 1 y enfrente de tres lenguas glaciares. Siguiendo el consejo de la recepcionista española que había en el hotel nos acercamos a las lenguas antes de ir al lago Jökulsárlón pues a esa hora estaría lleno de gente. Y es verdad que el sur de Islandia está mucho más llena de turistas que otras zonas. La cercanía a Reikiavik hace que cualquier tour turístico por muy corto que sea en el tiempo pase por esa zona.
Fuimos a una primera lengua, Fláajökull , pero no llegamos muy cerca pues un brazo de agua nos impedía el paso. La tarde era preciosa, mayormente soleada y aprovechamos para hacernos fotos. Fue la última tarde con buen tiempo. Luego nos acercamos a la segunda, Heinabergsjökull, aquí llegamos hasta la laguna que forma el deshielo y pudimos tocar los hielos cercanos la orilla.
Finalmente fuimos al lago, cuando llegamos muchos turistas desalojaban, había acabado el último turno de barcas y el sol caía. Impresionante ver los bloques de hielo flotando con las focas entre ellos y ver como algunos cogían la corriente y se iban al cercano mar. El canal entre el lago y el mar no llega a 500 metros.
Volvimos con premura al hotel pues te quedas sin cenar si cierran la cocina. Lástima que las horas de la cena coincidían con la puesta de sol. Esa noche volví a mirar al cielo pero no vi nada. A cambio un fuerte viento que sería próximo a los 100km sopló toda la noche hasta más allá del amanecer. Esa mañana teníamos el paseo en zodiac por el lago y me dio miedo el viento pero antes de salir hacía allí, el viento roló y acabo parando. Tuvimos una mañana muy soleada para la navegación!. El capitán de la zodiac era un granjero islandés un poco bestia conduciendo.
La excursión está muy bien, te acerca a la lengua del glaciar y a los bloques de hielo de caprichosas formas.
Se hace difícil hacer fotos por el movimiento, pues incluso cuando para el motor la barca oscila y rota. La disfrutamos mucho. Después nos acercamos a la playa a ver los hielos en el mar y en la arena negra. Es un contraste muy curioso.
La playa de los diamantes. El siguiente punto era Skaftafel donde tenía previsto hacer un par de marchas. La primera a la cascada Svartifoss y luego asomarse al glaciar llamado, evidentemente, Skaftafellsjökull. De camino hicimos una parada para ver Fjallsárlón un lago parecido al Jökulsárlón a pequeña escala.
En Skaftafel chocamos con el mal tiempo islandés que ya nos acompañaría el resto del viaje. Al poco de comenzar la marcha empezó una lluvia fina que acabó en un diluvio cuando llegamos a la cascada Svartifoss, preciosa cascada en medio de columnas de basalto pero que no pudimos disfrutar.
Acabamos tan mojados y la lluvia que no paraba que desistimos de seguir andando y seguimos ruta en el coche.