La gente de PhotPills hicieron una convocatoria mundial para fotografiar la superluna de octubre, la luna del cazador, en varios puntos del planeta y entre ellos Madrid. Me apunté y ese jueves, venciendo la pereza, me presenté puntual en la zona del punto de disparo. Objetivo: Fotografiar la luna por detrás del pirulí a unos 12,5 kilómetros de distancia de este para obtener una luna aparentemente enorme. No conseguí exactamente la foto objetivo, no caí en la cuenta de la importancia del punto de disparo y me situé unos metros a la derecha del lugar exacto para obtener el encuadre deseado. Para cuando la luna surgió completa me quedó desplazada del centro de la torre.
Pero bueno, lo que me importaba era ir para lidiar con la parte técnica y adquirir experiencia. Y considero que fue una buena formación. Hubo cosas que hice bien del tirón como poner la exposición para capturar la luna, pero fui un tanto torpe con manejar el encuadre con el trípode. El objetivo era el 100-400 al que le puse el duplicador porque veía el pirulí muy lejos con lo que se convirtió en un 200-800. A 800 cualquier mínimo movimiento te desplaza el encuadre y la verdad es que el trípode de viaje no tiene una rótula solida para aguantar el peso de ese objetivo, se movía aunque apretara los tornillos de sujección. Además la zapata que lleva el objetivo, no puedes usar el de la cámara pues queda desequilibrado, no es muy bueno y no quedaba bien enganchada. Había algo de viento, ¡y nubes! tuvimos suerte que hubo un claro por dónde acabó apareciendo la luna, con lo que a la mínima todo se movía y tenía que reencuadrar. Para este tipo de foto, de peso de equipo, es mejor el pesado trípode Manfroto. En fin, con 1/125 para que la luna no quedara movida, se mueve rápida, y con la abertura máxima posible f9, el ISO se fue a 3200, bastante ruido. Al final no tengo una foto impecable pero sí resultona.Archivo de la etiqueta: Equipo fotográfico
El come cocos del segundo cuerpo
No tenía yo costumbre de llevar a los viajes dos cámaras, o dos cuerpos de cámara, ni siquiera en los viajes fotográficos. La primera vez fue en el viaje a Tanzania y no fue tanto por pensar en que podía fallar una sino por la incomodidad que iba a suponer estar cambiando de objetivo entre el tele 100-400 para los animalitos y un angular-medio para paisajes y entorno. Pues menos mal porque la X-T3 cascó y me quedé solo con la X-T1. Desde ese viaje ya siempre intento llevar dos. Así lo hice en el reciente viaje a Laponia. Por fortuna no hizo falta tirar de la X-T1.
Con Fuji, está claro de momento el segundo cuerpo. Pero y ¿Para un viaje que lleve Nikon? pues no está tan claro y llevo dándole vueltas varias semanas. Siguiendo el esquema de Fuji, la candidata suplente es la D200. Pero cuando la pongo en una bolsa para viajar veo que es grande y pesada, prácticamente lo mismo que la D810, no en vano fue en su momento la segunda cámara profesional de la marca. La ventaja es que valen todos los objetivos pero la gran desventaja, aparte de volumes y peso, es que usa otro tipo de batería incompatible y tendría que llevar cargador y baterías ex profeso. Para rematar, poca resolución 10 megapixeles y sensor muy ruidoso, casi inútil a partir de 800, fatal para fotos nocturnas. Descartada. Idealmente tendría que ser un cuerpo más pequeño de cámaras que compartan la misma batería, podría ser un D7100 o una D610. Pero no voy a comprar una nueva de un sistema que ya no tiene recorrido a medio plazo (Nikon se ha pasado a las sin espejo, las Zs, con una nueva montura). Miré de segunda mano pero lo más barato 400 €. Demasiado, por 200 a lo mejor, pero no las hay. Otra idea ¿Invertir en una cámara pequeña pero capaz que pudiera servirme para situaciones que no puedas o no debas llevar una cámara grande? Sin ir más lejos conduciendo un trineo de perros :D, y también para que Navburis lleve una cámara ligera. Si vamos con equipo Nikon, la más pequeña es la Z30. La batería incompatible, los objetivos requerirían un adaptador. Y 700 € ¿merece la pena? Si tuviera claro que Navburis la iba a usar si, pero para cuerpo suplente parece demasiado dinero. Busco también en otras marcas algo pequeño pero no encuentro nada que dé la talla para el tipo de fotografía que hago por un precio razonable. Finalmente al viaje va la X-T1 a pesar de su estado de desgaste. Lógicamente la batería es incompatible pero el cargador es pequeño. Es ligera y de tamaño muy comedido. Los objetivos no pueden usarse pero me llevo uno Fuji, el 12 correcto para lo que voy a hacer principalmente, paisajes, y a esperar no tener que usarlo.Desperezando
1 de enero, 2 de febrero, … 23 de septiembre, San Fermín
Con esta coincidencia hemos podido ver muchas de las actividades que se desarrollan en el San Fermín «grande» de julio, salvo chupinazo, encierro con toros y el pobre de mi: Gigantes, kilikis, encierro chiquito, charangas, peñas, conciertos, jotas, dantzaris, toro de fuego, encierro infantil, zanpatzar, … nos hemos entretenido.
A primeros de mayo visitamos Vitoria, considerada una de las mejores ciudades de Europa para vivir. Pues a mi me ha gustado más Pamplona. Tiene bastantes zonas verdes por donde pasear. EL casco antiguo está bastante bien conservado a pesar de la presión de la masa que lo ocupa en las fiestas, elogiable el esfuerzo de los equipos de limpieza que dejan a primera hora de la mañana las calles limpias y relucientes. Y mucha vida y a pesar de la masa festera, muy tranquila.
Un último detalle de este viaje fugaz pero intenso a Pamplona. Para las fotos he ido con la X-T3, que a tiempo volvió del servicio técnico, y el 18-135, justamente la combinación más adecuada para un viaje urbano: Versatilidad y peso muy llevadero. Ha funcionado todo a la perfección, esperemos que dure.
Y así hemos llegado al Otoño. Como es costumbre con los primeros días, al final de septiembre, llega el veranillo de San Miguel, días calurosos. Esperemos que dure lo justo y vuelva el tiempo fresco y revuelto de hace una semana. Con lluvias prolongadas pero no destructivas, que tengamos buenos días de setas!