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Coleccionando provincias
Por cierto que las provincias es una arbitraria distribución geográfica del año 1883 con algún intercambio territorial polémico que se ha mantenido en la constitución de 1978. Es por tanto que están en la mente de cualquier ciudadano español, a pesar de que ciertas comunidades autónomas tienen una distribución más lógica por comarcas, el concepto de provincia es el más extendido a la hora de referirse geográficamente a un destino, por ejemplo, de viaje.
Y todo esto para señalar que tras mi viaje a Cantabria solo me quedan tres provincias españolas que visitar: Álava, Tarragona y Huelva. Por las dos primeras he transitado para ir a algún destino en otra provincia. A Huelva ni siquiera de paso. Para completar mi colección de provincias voy a fijar tres objetivos para intentar hacer próximamente. Para Álava, la ciudad de Vitoria que tiene fama de tener la mejor calidad de vida de España. Para Tarragona, el Delta del Ebro, un lugar emblemático para aficionados a la fotografía. Y para Huelva, como no, Doñana.
La verdad es que, aparte de la anécdota, tiene poco sentido hablar de visitar provincias cuando en cualquiera de ellas puedes tener muchos sitios diferentes. Esto se da con mayor gravedad en las islas: Provincia de Santa Cruz de Tenerife, no he visitado la Isla de El Hierro; provincia de Islas Baleares, no he visitado, aunque si de paso, Ibiza. También podría considerar Ceuta y Melilla pero reconozco que no me atraen …
NOTA AL MARGEN: Las fotos no tienen que ver con provincias :D, son fotos hechas en el último viaje que me gustan y punto. Y no paramos!
Pisando el Cantábrico
No había estado en Cantabria / Santander hasta este fin de semana que hemos hecho una visita rápida a Santander, Santillana del Mar, Comillas y Cartes. Un tiempo esplendido entre 17 y 28 grados y con el viento del mar Cantábrico dando el punto de humedad justo para poder hacer turismo a cualquier hora del día con lo que hemos aprovechado mucho el viaje. Y mucha gastronomía gracias a las recomendaciones de un amigo de Bilbao.
La ciudad de Santander nos pareció muy agradable para vivir. Si bien la ciudad no es de arquitectura espectacular, tiene mucha área de expansión por la naturaleza con largos paseos bordeando el mar, el privilegiado entorno de la bahía de Santander, y amplios y verdes parques. Además nos pareció una ciudad relajada, sin mucho estrés urbano, con las persona yendo a las playas y disfrutando de la vida.
Tal vez el invierno sea otra cosa pero estos días que hemos tenido, diría que primaverales, invitaban a estar al aire libre. La tarde la empleamos en pasear hasta el Palacio de la Magdalena y de vuelta rematamos con una de las mejores cenas de los últimos tiempos.
El sábado pasamos primero por Cabo Mayor y luego a recorrer la costa. Santillana del Mar ciertamente es un pueblo bonito que mantiene casas de piedra espectaculares pero está sobre saturada de turismo. La mayoría de las casas son tiendas o restaurantes y la «foto» se echa a perder por la cantidad de elementos de reclamo comercial que tienen las fachadas. Dicen que antaño las vacas andaban sueltas por la calle, ahora las únicas que ves son de plástico.
A Comillas fuimos sobre todo para ver el Capricho de Gaudí. Llegamos a la hora que todo el mundo va a la playa y nos costó aparcar, eso si que fue un poco estresante. En el Capricho había cola para entrar… Decidimos primero ir a comer tranquilos y volver a primera hora. Un acierto, la comida y la hora de visita. La comida la hicimos en un restaurante en el mirador de la Corneja, un acantilado de vista impresionante de la costa Cantábrica y los picos de Europa al fondo. De vuelta a Comillas pudimos ver la excepcional obra de Gaudí con poca gente.
Cerramos el día yendo a la playa de la Arnía, llegamos a ponernos modelo de playa y meter las piernas en el agua pero no a bañarnos, a pesar de que el agua no estaba muy fría, pues no teníamos dónde cambiarnos luego y ya caía la tarde. Y esperamos a ver la puesta de sol, que estuvo bien pero nos faltó unas nubes que nos colorearan el cielo.
El domingo dimos un último paseo por las calles de Santander y un paseo en barco por la bahía para ver desde el mar la ciudad. Comimos en Cartes un pueblo que tiene una calle bonita de casas antiguas, y poco más, pero el objetivo era comer allí, en lugar recomendado, de camino a Madrid. Y fin de fin de semana. Cantabria nos ha gustado y queremos repetir en algún momento, hemos anotado sitios para visitar.
«comillas»
Las bicicletas son para el verano
No estamos en condiciones de dar pedales pero si de colaborar en la organización de la carrera como voluntarios, mi hijo en los avituallamientos y yo fundamentalmente de chofer llevando a parte del equipo audiovisual que rueda un documental. Esto me ha permitido, primero entretenerme yendo de un sitio a otro, y segundo hacer fotografías de la carrera en bonitos lugares. La verdad es que no he hecho un gran aprovechamiento de este privilegio, las fotos normalitas, es lo que hay. El recorrido de la carrera, fundamentalmente por pistas de tierra, sigue «los» caminos de Santiago, primero el de Madrid, luego el de invierno y finalmente el francés. He pasado por Colmenar Viejo, Manzanares el Real, Cercedilla, Segovia, Santa María la Real de Nieva, Coca (cinco horas admirando el castillo), Simancas, Wamba, Medina de Rio Seco, Santervás de Campos, Sahagún, Astorga, Ponferrada, Santalla del Bierzo, Las Médulas, Villamartín de Valdeorras. Y aquí paré, no llegué hasta Santiago, por razones domésticas. Aparte de entretenerme, y en algún rato divertirme, he visto parajes que merecen la pena una futura excursión.