El primer parque que visitamos fue el Grand Teton. Nos encantó.
Tenía dudas de si me había equivocado reservando dos noches pues había visto opiniones que dicen que lo puedes ver de paso a Yellowstone. Pero no. Merece la pena dedicarle tiempo y nosotros nos fuimos con las ganas de quedarnos un poco más. Parte de culpa de las ganas de seguir la tuvo el alojamiento en Signal Mountain Lodge. Una estupenda habitación amplia y completa, con vistas al lago Jackson, que invitaba a quedarse una semana como poco. La terraza la usamos poco por los mosquitos pero la mirada por las ventanas era hipnótica con las montañas sobresaliendo el azul del lago. El parque recibe el nombre de las montañas que les recordaban a los tramperos franceses las tetas de una mujer, sobre todo la más alta, la Gran Teton, de cuatro mil y pico metros de altura. La cordillera se alza imponente, de repente, sobe el valle. En casi todas las fotos estan presentes las cumbres. Llegamos a la entrada justamente después de comer en Jackson tras 5 horas de viaje desde Salt Lake City. Nos hizo gracia a la entrada del parque que quisimos comprar el pase anual y a la funcionaria de la taquilla no le venia bien y nos dejó pasar. Antes de ir al hotel hicimos el trail de Hidden Falls, cruzando en barquito Jenny Lake y haciendo una caminata corta, no dura pero con sus desniveles, hasta el Inspiration Point de turno. En el camino vimos ciervos y antílopes (aunque lejos como para hacer fotos)Aprovechando el jet lag, me levanté temprano para ver el amanecer las dos mañanas. Sabía que el 21 la luna llena se acostaba a la hora de levantarse el sol y no quería perderme esa foto. Si no fuera tan vago me hubiera levantado antes y hubiera ido a un lugar conveniente para tener una composición fantástica. Pero no, me levanté cuando me desperté, sobre las 5, justo a tiempo de bajar a la orilla del lago, 1 minuto, poner el trípode y disparar componiendo lo mejor que pude la luna con las montañas sin que las barcas del lago fueran las protagonistas. Me acompañó un ciervo curioso que merodeaba por la zona. Esa misma mañana hicimos una excursión en barca por el rio Snake. Es muy bonito tener la perspectiva desde el río pero teníamos muchas expectativas de ver animales que no se cumplieron. Sí vimos distintos tipos de aves, ospreys, halcones rojos y muchos gansos. Completamos el día visitando todos los puntos de interés del parque. La madrugada del 22 me levanté un poco antes sobre las 4:30 y tuve tiempo de ver las montañas en sombra y poco a poco verlas iluminadas de color rojo desde los picos. Partimos hacia Yellowstone dejándonos las ganas de seguir disfrutando del paisaje de, de intentar ver los animales, como el alce, de hacer mas fotos como la clásica del montañas reflejadas como en un espejo en el agua tranquila de lagos y pantanos … Por cierto el viento, continuo en nuestro viaje, impidió esa foto del reflejo. Para la próxima vez.Archivo por meses: julio 2016
USA 2016, la logística
Preparar un viaje por parques nacionales de EEUU, requiere su tiempo y dedicación. Por supuesto que se pueden hacer a salto de mata y todo lo que salga será mejor que nada, pero si quieres tener seguro algunas cosas debes prepararlo con tiempo y arriesgarte a que luego no puedas hacerlo. No hay otra.
La primera reserva que hicimos,en agosto del 2015, casi un año antes, fueron, obviamente, los vuelos, de ida y vuelta. Antes habíamos decidido los sitios que queríamos visitar y el posible recorrido entre ellos. No recuerdo cuando empezamos el plan pero fácilmente sería en el 2014, más de un año antes. El viaje quedó organizado en dos semanas diferenciadas: Una por parques más al norte, Grand Teton y Yellowstone, y la otra por los deel sur Arches, Monument Valley, Bryce Canyon … La distancia entre el norte y el sur, más que grande: 1.300 km. Lo suyo hubiera sido llegar a un aeropuerto al norte, Salt Lake City y salir por uno al sur, Las Vegas, o viceversa. Pero resulta que el precio del avión sale mejor si compras una ida y vuelta entrando y saliendo por el mismo lugar. Así que teníamos que afrontar la distancia entre Las Vegas y Salt Lake. Una opción era coger un vuelo más entre estas ciudades o ya puestos a Jackson Hole en Grand Teton, pero no habiendo vuelos directos desde Madrid y teniendo que hacer escalas, un tercer vuelo se nos hacía muy pesado. Decidimos hacer el viaje entre el norte y el sur en el coche que íbamos a alquilar y ir viendo lo que nos saliera al paso. Así que billetes para Madrid – Las Vegas 18 de junio, escala en Londres y Las Vegas – Madrid 2 de julio, escala en Chicago. Claro que coger aviones con tanto tiempo puede dar lugar a cancelaciones … a dos semanas de salir cancelaron el vuelo Las Vegas – Chicago y menos mal que se pudo arreglar suficientemente bien haciendo Las Vegas – Los Angeles, yendo para atrás y más tiempo de viaje pero en horario más cómodo que el original. Fijados los vuelos hay que ir a por los alojamientos en los parques, estos se agotan muy pronto! Y en los parques grandes te conviene estar dentro o se pierde mucho tiempo en la entrada. Tiempo que al final es dinero. Compensa, de verdad, alojarte en el parque. Si hay que ahorrar consigues mejor ahorro en otras cosas. Una vez vuelos y hoteles críticos seleccionados, el resto lo fuimos reservando poco a poco acabando con todo por Navidades. En general elegimos hoteles de cadenas conocidas que sabemos que tienen un cierto nivel como los Hampton Inn. Aunque en este viaje hemos apreciado algunas deficiencias en estos hoteles: Aire acondicionado y nevera ruidosos, toallas pequeñas, sin caja de seguridad y desayuno poco variado. Nos hacemos exigentes con la edad. De los hoteles que hemos utilizado, el peor ha sido el West Bestern McCarran Inn que cogimos la primera noche en Las Vegas. Y la sorpresa agradable el Kokopelli Lodge de Moab, que esperábamos cutre y nos encontramos con unas habitaciones sencillas pero muy limpias, cuidadas y con encanto.Un elemento muy importante aunque no hay necesidad de ir con prisas para reservarlo por la abundantes ofertas que tienes es el coche. Ya teníamos experiencia del viaje de 2012 que el coche (la gama) hay que elegirla bien. El modelo en primera elección no hubiera sido suficientemente amplio para llevar las 4 maletas grandes, pero nos hicieron un «upgrade» a un modelo superior. Aquí revisamos bien el modelo y escogimos el Chevrolet Trasverse. Al llegar a la agencia de alquiler intentaron hacernos el upgrade clásico que sospechamos que consistía en colocarnos el coche que nadie quería: Un Ford Expedition, una especie de tanque que nos venía grande por todos lados y nos hubiera supuesto pagar mucha más gasolina. Así que nos volvimos y reclamamos el modelo elegido. Una buena elección. Hicimos el viaje estupendamente en el Trasverse. Viajar por USA es fácil, las indicaciones son muy buenas, la gente es amable, todo lo encuentras como se espera, ninguna reserva nos ha fallado, el idioma se entiende (unos más que otros :D). Y hay cosas que sabes que siempre son así, como las máquinas de hielo. No falla las tienes en todos los hoteles por muy cutre que sea. Por eso una nevera de poliespan que sale a 5€ es un accesorio imprescindible. Puedes llevar bebidas frías, zumo, leche y colocado adecuadamente, comida tipo fiambre y queso. En todos los hoteles tienen hervidores de agua con té y café. Con todo eso puedes desayunar y hacer comidas sobre la marcha. Hablando de alimentos dos cosas que siempre llevamos para salvar desmayos: frutos secos y jerky (carne seca, alimento tradicional de los pioneros del oeste). El asunto de la comida tiene su aquello. Tal vez por la diferente forma de entender y cocinar, la comida en USA nos parece poco variada y pesada. Parece que a todo le deben poner salsas. Donde pudimos fuimos buscando alternativas a la hamburguesa y los tacos. Pero aun así echas de menos la cocina con aceite de oliva, legumbres, pescados, carnes a la plancha y ensaladas sin salsa, pasta y arroz en su punto, sopas … Pero no nos quejemos, en general hemos comido bien! Y todo esto para dejar constancia que el viaje ha salido perfecto y que la organización antes y durante ha sido impecable. Quede para el recuerdo.
Directa, indirecta y circunstancial.
Justo antes de salir de viaje, Salud, dinero y amor la posibilidad de cambios en asuntos fuera de mi control que afectarían, directa, indirecta o circunstancialmente a mi vida. Tres eran estos asuntos: Brexit, elecciones generales y cambio de accionariado en la empresa de mi trabajo. Del último de los asuntos nada se sabe y ahí sigue flotando estático mientras por debajo pasa la corriente. De lo segundo, las elecciones, poco han cambiado la situación política. Si acaso, desde mi punto de vista, algo peor, pues los dos partidos políticos «tradicionales» implicados en muchísimas causas de corrupción han reforzado su posición en detrimento de los «nuevos».
Lo que si que parece de momento provocar algún tipo de cambio circunstancial es el referéndum de la salida del Reino Unido de la Unión Europea. El Brexit, el sí a la salida, que parecía que no iba ganar pero ha ganado. Esto ha provocado alboroto y nervios en el sector financiero, el sector donde trabajo. A mi me parece que no es para tanto. El escaso margen de victoria del sí frente al no da posibilidades, excusando y dilatando la situación, a que no se haga nada. Pero si se hace la salida de UK incluso me parece beneficioso para la UE. Tener un «socio» que siempre quiere un trato diferente y saliéndose continuamente del carril es un lastre para el progreso de la unión. Pensando, tal vez también el Brexit esté provocando efectos en el cambio accionarial, luego también me estaría afectando indirectamente. Pero de momento nada directo. Mi vida parece seguir igual. Incluso diría que muy igual.