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Veranovirus
Al comienzo del verano, 21 de junio, no teníamos muy claro si podríamos veranear. Esto es, ir algún sitio fuera del domicilio habitual sin las obligaciones horarias del trabajo. Sin muchas pretensiones. En esos momentos todavía estábamos confinados en la Comunidad de Madrid. Fue pasando el mes de julio y las perspectivas, si no buenas, al menos no malas.
Así que al final hemos tenido veraneo y la verdad es que hemos podido hacer la mayoría de las cosas que hacemos un verano ‘normal’: dormir, leer, deporte, algo de fotos, ir a la playa … Claro que con prudencia, restricciones y adaptaciones. A pesar de esperar un verano diferente en esencia no ha sido tan distinto.Según ha ido pasando agosto, los contagios han ido creciendo. Al principio hablaban de brotes, casos aislados y localizados, empezaron siendo unos 50 pero cuando hemos pasado de 1000 ya no hablamos de brotes. Para mi es la segunda oleada, o etapa, en España de esta pandemia. Los primeros brotes se localizaron en inmigrantes y temporeros, colectivos vulnerables donde las condiciones higiénicas distan de ser las convenientes para una epidemia.
Luego, enseguida, el irrefrenable gusto por la convivencia social de los españoles dio lugar a los brotes en celebraciones, reuniones de amigos, fiestas variopintas, botellones, discotecas … situación agravada por ser mayoritariamente el contagio entre personas jóvenes en muchos casos asintomáticos y por tanto indetectable, que acaban trasladando el virus a sus familias. Curioso que el virus parece tener predilección para el contagio cuando hay bebida y comida de por medio. Lo cual es muy perjudicial para la sociedad española que no concibe la necesaria relación con semejantes fuera de comidas y copas.Septiembre se presenta muy incierto. En agosto este país se desactiva mucho por las vacaciones, no hay toma de decisiones. También hay mucha gente desplazada. ¿Qué pasará cuando volvamos a nuestras residencias habituales y trabajos? Todo apunta que lo sanitario se priorizará sobre lo económico y volveremos a restricciones como las que se tuvieron en la primavera pasada.
Pero estamos hablando de este verano. No ha sido muy caluroso, al menos para mi, una vez fuera de Madrid. No hemos tenido el típico día de encerrarte en la casa con el aire acondicionado por no poder estar en la terraza. Y después del encierro primaveral se agradece estar al aire libre todo lo posible. Me he encontrado bien estos días.
La combinación de dormir y deporte me sienta bien. El agua del mar también me ha venido bien para la piel. Tener dos meses de vacaciones me convertirían en un hombre nuevo :D. Y qué decir cuando esté jubilado! Pero lo mejor del verano ha sido la compañía … no pudimos tener viaje familiar en julio pero a cambio hemos estado tres semanas los cuatro juntos.Nuevo equipo, nuevas motivaciones.
A mediados de junio, vi un «cashback» de Fujifilm con el que podía ahorrar 600 euros en la combinación X-T3 más objetivo 100-400. Le estuve dándole vueltas algunos días y al final pensé que, a pesar de no tener un objetivo claro de uso, era una buena oferta y un buen momento para entretenerme con un equipo nuevo y encontrar nuevas distracciones y nuevas motivaciones. Así que, justamente al borde del fin de la oferta, lo compré.
He tenido tres fines de semana para ir probando, el primero no tuve oportunidad de ver ningún animalito, el segundo solo una urraca lejana, y en el tercero por fin buitres y alimoches, pero sin mucho éxito. Hay que aprender. Cuando el zoom está a 400 te cuesta apuntar al pájaro, es más fácil primero localizarlo y enfocar a 100 y luego tirar de zoom a 400. Para cuando me di cuenta ya había perdido buenas oportunidades de tener al alimoche cerca. Ademas, el seguimiento del pájaro con el peso del tele es complicado y las fotos no me han quedado lo nítidas que me hubieran gustado. En fin, curva de aprendizaje. Espero este mes de agosto tener buenas oportunidades de retratar aves en L’Albufera. Confiemos que el nivel de contagio del virus nos permita un veraneo tranquilo.
En cuanto a la X-T3 la veo más cómoda que la X-T1. Es un poco más grande pero justamente eso parece hacer que los botones estén mejor colocados y sean más fáciles de ‘encontrar’ cuando estás con el ojo en el visor. Por lo demás es muy parecida tanto en funcionamiento como en resultados, que esperamos mejorar con el tiempo.