Se acaba el año y vamos darle un recuerdo. No ha habido grandes cambios vitales este año. Todos bien de salud aunque se va notando el paso del tiempo. En mi caso cada vez puedo hacer físicamente menos cosas. Primero fue dejar el fútbol y este año he comprobado que hacer un esfuerzo físico, nada del otro mundo, como correr algo más rápido, me cuesta.
Las piernas están cansadas y pasan factura. Solo me queda hacer ejercicio moderado, eso si, lo hago de forma constante. Y me cuesta mentalmente hacerme a la idea que ya se acabaron las carreras. El trabajo lo normal, mucho y sin faltar, pero sin ser especialmente próspero.
Hemos tenido buenos viajes: Galicia, Bilbao y Urdaibai, Estocolmo, Islandia, Rio Duero … Este año 2018 nos hemos movido.
Fotografía. En este apartado si hemos tenido cambios. En primavera compré una D810 aprovechando bajada de precios y jubilé la D200. Ahora reposa en un cajón a la espera de darle una salida digna. Y con la D810 estamos todavía en fase de aprendizaje. Desde luego he podido comprobar que me es mucho más fácil hacer fotos macros y nocturnas que antes. Aunque queda mucho que aprender.
Más cambios fotográficos: En verano empecé a revelar con On1 Photo RAW y progresivamente he ido dejando el PS. Con el On1 se hace mucho más fácil el editar fotos pues ya tiene incorporadas un montón de herramientas y configuraciones prefijadas. Ahora bien, también pierdes control y por ejemplo al dar el enfoque final para imprimir no tengo claro como hacerlo con las opciones prefijadas: Screen low, mediun, high… que trae. En PS había desarrollado un buen método para estos menesteres que ahora tengo que reciclar.
Y para acabar el año y los cambios fotográfico el caso Fujifilm. Como ya he contado, tras la caída de la cámara en Islandia se ha estropeado el 18-135, el objetivo de los viajes. ¿Y el cuerpo? Aparentemente está bien de funcionamiento pero la verdad es que tiene mucho desgaste. Las gomas despegadas y pegajosas, la tapa de la ranura de las tarjetas se abre … Parece que las Fuji tiene peor acabado que las Nikon.
Cuatro años de X-T1 y tiene casi el mismo aspecto que los once de la D200. Así que dudas, dudas, … Una cámara ligera con prestaciones profesionales con un objetivo versátil de focales y suficiente calidad es lo ideal para viajes. ¿Rehago el equipo Fuji desde 0? ¿Vendo y cambio de marca? ¿Hay otras opciones? …
En este 2018 el mundo, me parece que ha ido a peor. Lo que se llama «populismo» que no es otra cosa que un personaje carismático autoritario sin ninguna ideología más que «la mía más grande» que lidera una facción política que se hace con el poder por el descontento y desencanto y organiza un país como si fuera un cortijo, se está imponiendo en muchos países. Con estos populismos el nacionalismo paleto se afila y crece con todo el riesgo que conlleva. El fin justifica los medios y los derechos humanos pasan a segundo plano.
Otra de las grandes movidas de este año es el proceso migratorio. Migración ilegal, dicen. Hace 150 o 200 años las «potencias» coloniales occidentales invadieron, ocuparon y expoliaron los países desde donde emigran ahora estas personas. Sin importar, ni a los gobiernos ni a los ciudadanos de los imperios, ningún tipo de legalidad. Ahora, simplemente, nos devuelven la visita. Y con el legítimo objetivo de una vida, no ya mejor, sino simplemente una vida, algo que no tienen.
Otro aspecto que me llena de desánimo es la marcha de la economía en este 2018. Al menos en Europa tenemos un sistema gastado incapaz de generar empleo ni riqueza. Bueno, seguro que a alguno si le genera riqueza. Pero a pocos. ¿Alguien se acuerda del «estado del bienestar»? Es un recuerdo de otra época histórica. En España una «reforma» laboral ha minado la creación de empleos. ¿Se puede hacer una ley para favorecer el empleo que su principal virtud es favorecer el despido y la contratación temporal? Tan temporal y precario es el trabajo que los jóvenes no pueden tener planes de futuro.
Ellos han interiorizado la economía colaborativa. Compartes coche, casa, trabajo … claro, NO tienes otra posibilidad con esos salarios de incierta continuidad. Pero esto no lo van a pagar solo los jóvenes. La Seguridad Social, y específicamente las Pensiones, es un esquema piramidal. Funciona muy bien si el vértice superior (pensionistas) es estrecho y la base (cotizantes) muy ancha. Si esta base cada vez es más estrecha y corroída y el vértice pesa más … se va a desplomar.
Acabamos esta negra visión del 2018 soñando para el 2019. un mundo feliz, no el de Aldous Huxley que vamos camino de ello con tanta guarrería genética.