Otra fuente de inspiración, más bien de motivación, fotográfica son los juegos-concursos a los que me apunto. Esto me fuerza periódicamente a realizar una fotografía de distintas temáticas, por lo tanto, me obliga a seguir estudiando, aprendiendo y practicando. Gracias a eso he hecho fotos en algunos meses que de lo contrario se habrían quedado en blanco como en noviembre que solo realicé las fotos nocturnas con luna.
Por ejemplo, creo que he aprendido a iluminar mejor los bodegones, en especial el cristal. También los retratos que es un genero que cada vez me gusta más y voy consiguiendo la iluminación que me gusta a pesar de lo cutre de mis recursos. Y por supuesto he aprendido a fotografiar la luna! Me queda como reto las nocturnas con cielos estrellados. Y seguir fotografiando de todo que hay mucho margen de mejora.
La Fujifilm X-T1 ha cumplido un año y ha sido la acompañante en los viajes. Ha cumplido las expectativas. Es un gusto viajar con su poco peso y cabe en una mochila mediana donde puedes llevar además ropa y otros artilugios. El cuerpo va acompañado del fujinon 18-135, como todo terreno con sus luces y sus sombras. Teniendo un resultado notable en planos cortos y medios, no termino de estar contento del todo con los planos lejanos como los paisajes. Dicen que es por lo mal que revela el PhotoShop los RAW del sensor de Fuji … será. Desde luego no es comparable con los excepcionales resultados del 24-70 de Nikon con la D200 pero claro la diferencia de peso, salud en definitiva, te hace olvidar la incongruente comparación. ¿Y qué sobre la D200? Pues ahí aguanta con el sensor plagado de manchas que debería limpiar y las gomas colgando ¿Será 2016 el año del cambio? ¿D810s o D900?
En cuanto a resto de equipo, ni he jubilado nada ni he adquirido nada nuevo. Meritorio lo del flash Metz 45CL del año 98 que sigo usando como luz principal en bodegones y retratos. Pero todavía lo es más que sigo usando como fondo y reflector la pantalla de proyección de diapositivas que me regalaron por la boda en el año 1987. No soy un consumidor compulsivo, no gasto nada. Ah! No … aprovechando descuentos y promociones me hice con un Fujinon 35 f1.4 que me hace con la X-T1 similar combinación a la que tuve con la FM2 y el 50.
Y la familia bien gracias. Todos los elementos creciendo y quemando etapas, con alegría en el caso de los jóvenes y con cierto sabor agridulce por los tiempos que no volverán en el caso de los mayores. Salud, dinero y amor.
Salud. Este año no hemos tenido cirugías en la familia, genial! El único «incidente» reseñable ha sido una molestia en la tripa, un dolor a ratos punzante, que me preocupó y me hice pruebas para llegar al ridículo diagnóstico que eran gases. Seré pedorro. Después del verano he bajado mucho el nivel de práctica deportiva. He pasado de ir tres días a la semana al gimnasio a uno escaso. Es el propósito para el año nuevo, aumentar las horas de deporte, ponerme más en forma y perder peso.
Dinero. Somos privilegiados, los cuatro de la familia tenemos trabajo con ingresos a la medida de las posibilidades y por lo tanto el año 2015 ha sido bueno. En el trabajo ha sido donde más largo se me ha hecho el año. Ha tenido mucha fases pero que se pueden agrupar emocionalmente en cuatrimestres. En el primero todo apuntaba a un cambio, no porque cambiara de empresa sino que la empresa cambiaba. Y me parecía positivo, pero se quedó en nada. Ante la vuelta a la más pura rutina en el segundo promoví cambios. Y conseguí que se produjeran. Entretenido pero inquietante. En el tercero todos esos cambios se trasladaron de la teoría a la práctica, de lo ideal a lo real, para acabar agotado y no del todo encantado. En el cuarto vuelta a pensar que necesito un cambio.
Amor. Y compañía. Siempre he pensado que la convivencia es una asignatura difícil de la vida y nosotros, si no pongo un sobresaliente es por no ser confiado, la pasamos con notable. Lo más relevante este año ha sido la emancipación de Garnaven. Es un orgullo pero ciertamente se le echa de menos.
Creo que esta es la entrada más larga que he escrito en el blog, lógica correspondencia a un año largo. No porque el tiempo no haya pasado deprisa, sino por lo denso y variado cuando lo miras hacía atrás.
Ahora, mirada al frente.