La última semana de mayo está resultando una semana de verano por las altas temperaturas que estamos sufriendo. Superando los 40 grados en bastantes sitios de la Península Ibérica, se están batiendo récords de calor.
Una lástima, llevábamos una primavera muy buena de temperaturas moderadas y bastantes lluvias. Tan necesarias. Hasta esta semana…. Esperemos que sea un episodio extraordinario y que el mes de junio sea algo fresco. Si no, moriremos, pues entramos en el verano meteorológico y quedan muchos días, potencialmente, de calor. En la familia, este año, tenemos muchos eventos en junio y julio, presumiblemente pasaran deprisa y enseguida estaremos en el veraneo de agosto.
Este fin de semana le he podido dar una vuela a las fotos de Marruecos. No teniendo nuevas fotografía, he elegido algunas para acompañar al «calor de mayo». Un grafiti en una pared al lado del riad de Ouazarzate que ánima a buscar objetivos en la vida, nunca viene mal tener motivaciones. Una estampa al atardecer en el desierto, muy apropiado ahora que la calima cubre el cielo. Y un artesano cartel de una tienda de fósiles, de las eras geológicas, muy apropiado el tema ahora que seguro que estamos de cambio climático y eso va a impactar en la geología. Tendremos nueva era ¿Como la llamaremos? ¿Infernoceno?.