He vuelto con 1000 fotografias, a primera vista ninguna extraordinaria. Tampoco «postalitas», esa fotografía que hace todo el mundo de un sitio conocido. Son un popurrí de fotos normalitas de detalles que me han ido llamando la atención en el periplo. Valdrán como recuerdo del viaje, eso seguro.
Un detalle que si he capturado son los distintos colores que he ido viendo. Y es que una de las primeras sensaciones que me vienen a la mente al recordar Marruecos, es el color, Por eso las primeras fotos que voy a subir al blog tienen en común que el color es su principal, o único, atractivo.
El ocre del adobe de las kasbahs, el azúl índigo de puertas y vestidos, el verde intenso de los palmerales, el naranja del desierto, los grises, rojozos y negros del Atlas …Y sin duda, los multicolores puestos de los zocos de las medinas.