Llevamos dos semanas que volvimos a la ciudad. Regreso a las rutinas «del curso». Rutinas, si, pero este comienzo está marcado por una circunstancia médica, la operación del brazo izquierdo de Navburis para extirpar un lipoma. Eso ha hecho muy diferente este curso a otros. Mucho más del hecho que, si todo sigue según lo previsto, este va a ser el último curso de nuestra vida, salvo para Garnavmi, claro, que le quedan muchos cursos por delante.
El 7 de septiembre había un eclipse de luna visible en Madrid y se convocó una reunión para fotografiar la salida de la luna sobre las 5 torres del norte de Madrid. Allí fuimos pero lamentablemente un gruesa capa de nubes bajas impidió la foto deseada.Archivo de la etiqueta: Eventos
Centro de arte Hortensia Herrero
Infernal verano de calor. Y de fuego. Los incendios en el noroeste de la península ibérica han arrasado hectáreas de terreno como nunca había ocurrido. Récord de temperaturas altas y récord de incendios. Agosto de 2025, para olvidar. Aunque habrá mucha gente que nunca lo podrá olvidar. La huella negra será visible durante mucho tiempo. Y las pérdidas económicas, materiales y sentimentaes también.
Dentro de lo que cabe, donde estoy, se está pasando bien. El calor, aunque muy intenso, lo estamos gestionando bien con una acecuada combinanción de sombras, toldos, vetilación natural, pueras y ventanas, y artificial, ventiladores y aires acondicionado. Lo peor, los largos momentos del día en el que no puedes hacer nada al aire libre.
En cuanto a incendios, la peor amenaza para La Devesa de l’Albufera, no hemos tenido ningún susto. Detenido el pirómano que hostigo durante unos cuantos años el bosque, este, verano de momento, ha sido tranquilo. La Devesa son unas 800 hectáreas, fundamentalmente de pino, que en un incendio virulento desaparecerían en un abrir y cerrar de ojos. Por suerte esta zona si está muy vigilada y cuidada.
Un actividad que hemos hecho en estos ardientes días, gracias a una invitación de cumpleaños, ha sido visitar el Centro de Arte Hortensia Herrero. Me gustaron tanto las obras expuestas como la restauración del edificio que lo alberga ,el Palacio de Valeriola, una vieja construcción en el centro de Valencia, que se encontraba en ruinas. Las fotografías que acompañan este texto está capturadas ahí.
Cierre de julio
El 30 de junio no estaba. El 18 de julio vimos el cartel azul por primera vez y nos llamó la atención. Mirador de Peralejos. Raro que hubiera un mirador que no conociéramos. Así que fuimos a verlo y se trataba de un mirador astronómico. Que no es más que unos paneles informativos y unos bancos. Está situado en un alto al principio de la carretera a Chequilla. La zona ya la conocía, pues cerca de donde han puesto el mirador hay unas piedras con forma de trono, sobre un cortado, muy de película. Escéptico, esa fue mi primera actitud. Sin embargo …
La noche del 25 de julio era perfecta para fotografiar el cielo nocturno, sin luna, totalmente despejado y con un amigo fotógrafo dispuesto a acompañarme, siempre importante para animarte a hacerlo. Y las dudas sobre la idoneidad del lugar se las llevo el viento pronto a pesar de que no lo había. Llegamos a las 22:15, todavía quedaba luz del sol por el este pero ya se veían estrellas. Según pasaron los minutos fue llenándose de estrellas. A las 23 horas había un cielo bastante repleto de estrellas y tomé la mejor foto de la vía láctea que hasta ahora he capturado.
El mes de julio se acaba. Tradicionalmente ha sido para mi un mes duro de trabajo, sobre todo, pasada la primera semana. Cierre de trimestre, de semestre, con personas yéndose de vacaciones, con personas queriendo acabar cosas antes de irse de vacaciones … Este año no ha sido diferente de lioso, pero lo he percibido con algo menos de intensidad. Puede ser porque va a ser mi último mes de julio laboral y relativizo las cosas. Y también lo saben mis compañeros de trabajo. Posiblemente cierta presión nos la estamos quitando todos.
Y con el cierre de julio empezamos el veraneo, que no las vacaciones.
Tarraco y Delta del Ebro
Tarragona era la última provincia española que me quedaba por visitar. Cuando digo visitar es ver algo, no pasar en coche. Este puente del 1 de mayo hemos realizado una reunión familiar en la ciudad de Tarragona que incluía excursión al Delta del Ebro.
En la ciudad sobre todo nos centramos en ver la antigua ciudad romana, Tarraco. La ciudad es fea, pero tiene mucho resto antiguo ya que fue una gran ciudad del Imperio Romano. Mucho de lo que queda está embebido en construcciones posteriores que afortunadamente se han ido salvando. Y aparte de lo romano, la catedral y poco más.
El Delta del Ebro es un destino que tenía pensado como «viaje fotográfico» para paisaje y aves. Evidentemente, una excursión guiada de grupo, en las horas centrales de día, con luz dura y con la familia, no es un viaje fotográfico, así que volveremos.
En general, las fotos realizadas en este viaje no me parecen interesantes. Es algo que me está pasando últimamente y no sé si es por neura mía, aburrimiento o que he subido pretenciosamente el listón. A analizar.