Archivo por meses: julio 2019

San Petersburgo II

Iglesia de la Asunción, San Petersburgo, julio 2019

Iglesia de la Asunción, San Petersburgo, julio 2019

¿Son los rusos antipáticos? Hablando del viaje me he encontrado con personas que no los consideran precisamente amigables. Yo les he encontrado, en el trato puntual, correctos. Alguno borde si, pero en general amables. Lo que no esperes es que te cuenten chistes a la vez que te atienden. Y casi lo prefiero, que a veces en España empiezan simpáticos y acaban siendo pesados. Lo que si que es frecuente ver es algún macarra con coche o moto tuneado conduciendo a toda velocidad y haciendo todo el ruido posible para hacerse notar. Y parece que hay una cierta impunidad para ese tipo de compartimientos.
Diversión en el canal, San Petersburgo, julio 2019

Diversión en el canal, San Petersburgo, julio 2019

Si la Transición española es un ejemplo de cambio político de un país, la Perestroika es una película de ciencia ficción no exenta de esperpento. Desmontar un estado donde no sé reconoce la propiedad privada y pasar a una economía liberal de mercado sin matarse en las calles es increible. Por supuesto la desmembración de la Unión Soviética en muchas repúblicas supuso guerras civiles internas o entre vecinos, guerras que siguen, pero más por etnias, religiones y nacionalismos que por razones económicas derivadas del cambio político-social. En el desmontaje de la URSS los políticos bien situados se enriquecieron desmedidamente mientras que la mayoría del pueblo se quedó en el límite de la supervivencia. En San Petersburgo la mayoría de las personas que ves tienen un aire a clase media-media-media indudable.
Avenida Nevsky San Petersburgo, julio 2019

Avenida Nevsky San Petersburgo, julio 2019

La vida en San Petersburgo es alegre. La Avenida Nevsky y los alrededores de la plaza del Palacio de Invierno están llenos de grupos tocando. El domingo paseamos por los canales y había barcazas con gente disfrazada haciendo actuaciones de teatro, ballet, o simplemente el indio. Es una ciudad con atracctivos culturales: Opera, ballet, teatro, museos … Tienes suficiente oferta grastronómica. Nosotros comimos en sitios de comida rusa y georgiana. En fin, una ciudad para vivirla.
Puente del palacio, San Petersburgo, julio 2019

Puente del palacio, San Petersburgo, julio 2019

En cuanto al transporte está bien. El metro es espectacular por lo profundo que está. No vimos ninguna de las grandiosas estaciones que hay, por las que pasamos eran bastante normalitas, aunque algunas son muy curiosas pues para acceder al metro tienes que entrar por unas puertas integradas en la pared y te dá una sensación extraña. Tal vez lo hagan para que no se tire la gente a las vías. Las indicaciones son muy claras, nos movimos perfectamente en él. El día que fuímos a Pushkin también cogimos autobuses. Primero un K (de kutre :D) autobuses pequeños y algunos realmente viejos que te parece que son piratas y luego un municipal el 187 que ya te da otra impresión de seriedad.
Estatua puente Anichkov, San Petersburgo, julio 2019

Estatua puente Anichkov, San Petersburgo, julio 2019

Terminando (de momento): San Petersburgo es una ciudad que me ha gustado y no me importaría volver, aunque será poco probable, es muy fotogénica y además el caviar es más barato :D.

San Petersburgo

Palacio de Catalina, julio 2019

Palacio de Catalina, julio 2019

Pasó junio. Empezó el verano y el calor. Aprovechando una estancia sin descendientes dependientes nos tomamos un fin se semana largo, de jueves a lunes, para hacer un viaje. El año pasado fuimos a Estocolmo y este a San Petersburgo.
Lenin, San Petersburgo, julio 2019

Lenin, San Petersburgo, julio 2019

La ciudad me ha gustado mucho, no ya por su grandiosidad como capital de los zares, sino por su gran vitalidad. Mucha gente, mucha diversión … Supongo que en Invierno será otra cosa pero ahora en verano destila vida. Por supuesto visitamos el Hermitage y los palacios de Peterhof y de Catalina (Pushkin). A estos dos últimos fuimos en barco y en metro + autobús respectivamente. Al visitar una ciudad cogemos el transporte público siempre que podemos, es la mejor manera de conocer como viven las personas y te da un punto de vista más allá de las atracciones turísticas.
Palacio de Peterhof, julio 2019

Palacio de Peterhof, julio 2019

De la época soviética queda poco visible, una enorme estatua de Lenin, algún edificio mostrenco y simbología variada en paredes de edificios que eran antiguamente de la administración. Del salvaje cerco que sufrió la ciudad en la II Guerra Mundial quedan algunos bunkeres mantenidos y lugares conmemorativos así como cementerios :(.
Escalera de L'Hermitage, julio 2019

Escalera de L’Hermitage, julio 2019

Aparte de los palacios, otras atracciones llamativas son las iglesias ortodoxas. Entramos en la Iglesia del Salvador sobre la sangre derramada y en la catedral de Nuestra Señora de Kazán. Subimos a la cúpula de la catedral de San Isaac y merodeamos por la de San Pedro y San Pablo pero no entramos porque tenía una cola enorme de turistas chinos. Se nota que es una ciudad de cruceros.
Catedral de San Isaac,  San Petersburgo, julio 2019

Catedral de San Isaac, San Petersburgo, julio 2019

Fuimos en tiempo de «noches blancas», pero ya acabando, el sol llega a ponerse unas tres horas, y más bien lo que ves es lo que llamamos «hora azul».
Puente del Palacio, rio Neva, julio 2019

Puente del Palacio, rio Neva, julio 2019

La última noche nos recogían a las 3 de la mañana para ir al aeropuerto así que decidimos no dormir e ir a ver como levantan los puentes sobre el rio Neva y de paso hacer unas fotos nocturnas.

Ciclos vitales

Ciudadela Jaca, junio 2019

Ciudadela Jaca, junio 2019

En algún momento de mi vida oí o leí sobre los ciclos vitales de una persona. Una teoría que supone que cada persona tiene unos ciclos asociados a aspectos corporales y mentales a modo de ondas de distintas frecuencias: El ciclo de la mente, del corazón, de la alegría, del estomago, del conocimiento … ciclos que suben y bajan … Cuando muchos de estos ciclos te coinciden ascendiendo te encuentras muy bien físicamente, eufórico mentalmente, y consigues grandes logros. Y al reves, si los tienes de bajada no das pie con bola, todo te sale mal y enfermas. Esoterismo puro.
Al paso, Alto Tajo mayo 2019

Al paso, Alto Tajo mayo 2019

El caso es que a lo largo de los años he observado que en el último tercio de la primavera, de finales de mayo a finales de junio, suelo tener un bajón, sobre todo mental. No todos los años, pero si los suficentes como para tener esa impresión. Es un contraste con el inicio de primavera, finales de marzo, que lo suelo tener asociado a momento de subidón. Sea o no por ciclos vitales, el caso es que este año el fin de primavera no ha sido una buena época. El mes de junio se me ha pasado enredado con temas médicos y ciertamente, no he estado muy feliz. Tampoco nada muy grave teniendo en cuenta que químicamente mi cerebro funciona para no ser infeliz.
Día de playa, El Saler mayo 2019

Día de playa, El Saler mayo 2019

La primera semana de junio tuve un TAC y 24 horas de Holter colgando. El fin de semana tuve molestias físicas en la zona torácia que me llenaron de dudas sobre la situación. La segunda semana de junio era cuando tenía que irme de viaje a ayudar a un reto deportivo-solidario y en la situación que me encontraba no estaba muy seguro de si podía sufrir una ataque cardíaco o entrar en «modo pánico mental». Así que decidí ir directo el lunes a asegurarme de que mis condiciones físicas eran las adecuadas para hacer ese viaje: A las urgencias del hospital La Paz. Ahora mirando hacía atrás no lo volvería a hacer, pero en ese momento me pareció la mejor de las ideas. Una forma eficaz de salir de dudas. Eficaz y rápida, una revisión y tendría un diagnóstico que despejaría todas las dudas: Puedo o no puedo.
Frontera franco-navarra, junio 2019

Frontera franco-navarra, junio 2019

Pero no, rápida no fue la cosa … Me levanté, despaché los asuntos domésticos y para el hospital que me fuí. Hay que reconocer lo bien que funcionan en Urgencias para algunas cosas, decir que tengo un problema de corazón y me duele el pecho para estar antes de que me diera cuenta en una sala con 20 médicos observándome, conectado a no se cuantos aparatos y pinchado varias veces. Todas las informaciones que me dan sobre sus observaciones son positivas pero me meten en una sala a esperar. ¿Esperar qué? Si me había parecido impresionante la velocidad de reacción a la entrada ahora me iba a quedar impresionado de la lentitud del protocolo. La información te la van dando con cuentagotas. Hay que esperar resultados, ¿de qué?, de las pruebas ¿qué pruebas?, de los análisis que te han hecho a la entrada ¿y cuánto tiempo? no se sabe, ale, espera, espera, espera …
Transpyr, junio 2019

Transpyr, junio 2019

Poco a poco fui recabando información, me habían metido en el protocolo de infartos. Eso supone hacer un análisis para detectar una proteina, la troponina, que lleva su tiempo y si además tienes el hospital lleno de pacientes con análisis como era el caso, más. A esperar que le llegue su turno. Al mediodía tenía claro que mi intención de tener una respuesta rápida se había desvanecido en el protocolo. El análisis en cuestión además lo repiten a las 5 horas y por supuesto va a la cola de lo que haya. Podría explayarme más sobre esta experiencia, de las situaciones y las personas que me rodearon, pero me llevaría tanto tiempo y hay tantas cosas, que si no contar al menos reseñar, que lo dejo aquí. A las 23:30 salí del hospital ya con el convencimiento que el dolor y la cardiopatía de la aorta no tenían nada que ver. La vida sigue y hay más cosas que contar.