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A la isla de Skye entramos por el puente de Kyle of Lochalsh. La mañana salió lluviosa. Aún así, antes de empezar el viaje, volvimos a Eilean Donan para una última foto. El puente lo cruzamos diluviando. La tónica del día, mucha lluvia y mucho viento. Y entre tantas lluvias el arco iris. La primera parada en Skye fue el puente de Sligachan, puente muy fotogénico, también muy popular, y en el momento que estuvimos con luz difícil. Vimos que estábamos relativamente cerca de la destilería Talisker y tal como estaba el día era un buen plan acercarnos a la tienda y con la excusa de la visita comprar una botella que no tuviera de mi whisky preferido. Puede resultar raro que no hiciera la visita a esta destilería pero encajaba mejor hacer la visita en Speyside. Talisker es la única destilería de Skye, es conveniente reservar antes y son dos horas que le restas a la isla … Mejor no hacer la visita y solo pasar por la tienda y ver el entorno, que se lo merece. Desde Talisker están a poca distancia las Fairy Pools unas cascadas y pozas de bonitos colores … cuando hay luz. Para llegar hay que recorrer unos kilómetros de carretera, más bien pista, de montaña, donde hay que ceder el paso a los de sentido contrario o viceversa y se te hace largo. Al llegar al aparcamiento unos chicos nos indicaron que debido a las lluvias el camino a las cascadas estaba en mal estado y con mucho barro. No estábamos mentalmente ni vestidos preparados para esta contingencia así que hicimos unas fotos y fuimos a comer a Portree. Antes de pasar por nuestro alojamiento fuimos a The Storr. Es uina colina que tiene varios picos llamativos, el más conocido es el Old man of the Storr. Llegamos en plena lluvia y esperamos a que parara un poco. El camino que asciende un tanto empinado estaba como no muy embarrado. Y a cada poco ducha de agua y viento. Así que al final me quedé solo en la subida y solo hasta llegar por debajo de las piedras y hacer «la foto» en una parada de la lluvia, llevaba la cámara tapada, de forma rápida. En un día seco, con tranquilidad, es una ascensión asequible, y las vistas desde arriba espectaculares.Tras pasar por Tigh A Raoin «nuestra casa» en Skye enfilamos hacia Uig y de ahí directos a The Quiraing. La carretera desde el oeste es otar vez tipo pista. El Quiraing es una montaña que por un lado acaba de forma abrupta como un acantilado con unas vistas espectaculares. Era un sitio en el que tenía pensado hacer una foto al atardecer con el sol bajo iluminando las colinas lejanas, el mar …:D Para empezar tuvimos que esperar a que dejara de llover cuando pude salir del coche el viento era muy fuerte, de los que arrancan las puertas, y atronador, al acercarte al borde había que llevar cuidado de que no te tirara. Y todo embarrado lo que dificultaba el desplazarse. El paseo por el borde permite unas vistas excepcionales pero en esas condiciones poco paseo, hecha las fotos poco más se podía hacer allí.. Bajamos por el empinado lado oeste hacia Kilt Rock. Kilt Rock es un acantilado que su forma y colores recuerda a la clásica falda escocesa. Lo más llamativo desde el mirador no es tanto el acantilado, que queda en segundo plano, si no una cascada que cae desde el acantilado hasta el mar. Al borde del mar el tiempo había mejorado, menos viento y sin lluvia. La tarde auguraba un cambio de tiempo para el día siguiente como así fue. Fuimos a cenar, y muy bien, a PortreeEl segundo día de Skye lo comenzamos yendo a visitar el castillo de Dunvegan casa de los McLeod de McLeod (de toda la vida). El castillo está muy bien, en un entorno precioso y además con unos bonitos jardines. Merece la pena visitarlo. El día estupendo, sol y nubes. Estábamos en la zona noroeste de la isla. Hicimos la excursión a Coral Beach. Desde el aparcamiento, ¡ojo! muy pequeño y se pone a tope, es un paseo, algo largo pero fácil, plano. Frente a la playa hay un islote donde se ven a las focas, pero está lejos como para hacer fotos. La playa es muy bonita, muy blanca debido a los restos de alga coralina, no es arena. Uno de los lugares que tenía en mente fotografiar era el faro de Neist Point, el punto más al oeste de la isla. El plan era ver la puesta de sol pero llegamos demasiado pronto, la carretera nuevamente era complicadilla, de «un solo sentido» y no especialmente bien señalizada y asfaltada. Así que hicimos el paseo hasta el faro, estuvimos un buen rato disfrutando de las vistas y a una hora prudencial salimos de allí para no estar en la carretera sin luz del día. De vuelta hacia Portree nos pasamos un cruce y acabamos pasando de nuevo por Sligachan. Eso nos dío oprtunidad de ver un bello atardecer sobre las Cuillins. A la mañana siguiente teníamos que madrugar: Salíamos de Skye con el primer ferry de la mañana de Armadale a Maillag.Skye es un lugar para volver, una vez vistos los sitios, y con tranquilidad andar. Preferiblemente con un tiempo amable, como tuvimos el segundo día.
Escocia 2019 (III) Saint Andrews y Perthshire
Nuestra primera parada del viaje fue la elegante ciudad de St. Andrews. Con un día esplendido y soleado visitamos lo que queda de la catedral derruida. Tuvo que ser una construcción majestuosa. La ciudad es muy bonita con sus calles de casas de piedra y con el mar de fondo. También tiene un castillo, también derruido. Dado que en la familia hay aficionados visitamos el Old Course considerado el primer campo de golf del mundo.Desde Saint Andrews salimos camino a Pilotchry, cruzando la región de Perthshire, con dos paradas: El palacio de Scone y el pueblo de Dunkeld. El palacio de Scone está ubicado donde se coronaban a los reyes de Escocia antiguamente. El palacio actual es de principios del siglo XIX y contiene objetos históricos de la noble familia escocesa Murray, Condes de Mansfield. Es bonito de ver (muy para turistas americanos) pero no te dejan hacer fotografías :E. Destaca un un cuadro donde hay dos jóvenes retratadasEs la historía más llamativa de esa familia: Uno de ellos, oficial de marina, trajo al palacio una hija de color llamada Dido Belle reconociéndola todos sus derechos. En plena época esclavista tuvo una gran repercusión en su entorno. La verdad es que el padre dejó el problema de integrarla a sus tíos que la criaron junto una prima (blanca) también abandonada por su padre.Sobre esta historia se hizo una película, en 2013, con título «Belle». El palacio tiene unos jardines muy bonitos, con unas flores impresionantes y sobre todo un laberinto donde te pierdes y te empieza a entrar el agobio de si no vas a poder salir. Nosotros después de un primer intento hicimos trampa 😉La última parada antes de llegar a nuestro lugar de dormir fue Dunkeld un pequeño pueblo a orillas del Tay que tiene una bonita catedral pero a la que llegamos cuando ya estaba cerrada. Pudimos solo verla por fuera y gran parte de la catedral está derruida por las guerras religiosas y otra parte en obras.Llegamos a Pilotchry a nuestro hotel justo a la, nublada, puesta de sol.Al día siguiente amaneció con niebla. Pero tuvimos suerte que a la largo de la mañana se fue disipando quedando una mañana soleada. Día de visitar lagos: Tay Tummel y Rannoch. También pasamos por Aberfeldy, nada interesante y el Castillo Menzies por fuera.El primer lago fue el Tay, donde me di un buen golpe en las costillas al tropezar con una rama. La niebla iba levantando lo que provocaba un juego de luces curioso sobre el lago. Vimos que había un paseo en barca y con la mañana soleada era un buen plan, pero no había sitio pues se reservaba en linea en la web… una pena pero más apenados parecían los marineros que se disculparon por no disponer se sito mil veces y nos daban alternativas para volver por la tarde u otro día peor nosotros teniamos que seguir camino. Decidimos ir a comer a Aberfeldy pero no encontramos ningún sitio que merecería la pena y nos fuimos al Queen’s View del lago Tummel. Dicen que el paisaje más fotografiado de Escocia. Yo también, claro.Al mediodía el cielo se había cubierto mucho pero sin lluvia por suerte. Pasamos la tarde haciendo fotos en Loch Rannon, esperando sin éxito un cambio en el cielo. Deseaba un cielo con nubes y claros para hacer un reflejo bonito pero el cielo era el que era. Descartada una puesta de sol, volvimos a Pilotchry para cenar pronto. Ya hablaremos de alojamientos y comidas.
San Petersburgo II
¿Son los rusos antipáticos? Hablando del viaje me he encontrado con personas que no los consideran precisamente amigables. Yo les he encontrado, en el trato puntual, correctos. Alguno borde si, pero en general amables. Lo que no esperes es que te cuenten chistes a la vez que te atienden. Y casi lo prefiero, que a veces en España empiezan simpáticos y acaban siendo pesados. Lo que si que es frecuente ver es algún macarra con coche o moto tuneado conduciendo a toda velocidad y haciendo todo el ruido posible para hacerse notar. Y parece que hay una cierta impunidad para ese tipo de compartimientos.Si la Transición española es un ejemplo de cambio político de un país, la Perestroika es una película de ciencia ficción no exenta de esperpento. Desmontar un estado donde no sé reconoce la propiedad privada y pasar a una economía liberal de mercado sin matarse en las calles es increible. Por supuesto la desmembración de la Unión Soviética en muchas repúblicas supuso guerras civiles internas o entre vecinos, guerras que siguen, pero más por etnias, religiones y nacionalismos que por razones económicas derivadas del cambio político-social. En el desmontaje de la URSS los políticos bien situados se enriquecieron desmedidamente mientras que la mayoría del pueblo se quedó en el límite de la supervivencia. En San Petersburgo la mayoría de las personas que ves tienen un aire a clase media-media-media indudable. La vida en San Petersburgo es alegre. La Avenida Nevsky y los alrededores de la plaza del Palacio de Invierno están llenos de grupos tocando. El domingo paseamos por los canales y había barcazas con gente disfrazada haciendo actuaciones de teatro, ballet, o simplemente el indio. Es una ciudad con atracctivos culturales: Opera, ballet, teatro, museos … Tienes suficiente oferta grastronómica. Nosotros comimos en sitios de comida rusa y georgiana. En fin, una ciudad para vivirla.En cuanto al transporte está bien. El metro es espectacular por lo profundo que está. No vimos ninguna de las grandiosas estaciones que hay, por las que pasamos eran bastante normalitas, aunque algunas son muy curiosas pues para acceder al metro tienes que entrar por unas puertas integradas en la pared y te dá una sensación extraña. Tal vez lo hagan para que no se tire la gente a las vías. Las indicaciones son muy claras, nos movimos perfectamente en él. El día que fuímos a Pushkin también cogimos autobuses. Primero un K (de kutre :D) autobuses pequeños y algunos realmente viejos que te parece que son piratas y luego un municipal el 187 que ya te da otra impresión de seriedad.Terminando (de momento): San Petersburgo es una ciudad que me ha gustado y no me importaría volver, aunque será poco probable, es muy fotogénica y además el caviar es más barato :D.
San Petersburgo
Pasó junio. Empezó el verano y el calor. Aprovechando una estancia sin descendientes dependientes nos tomamos un fin se semana largo, de jueves a lunes, para hacer un viaje. El año pasado fuimos a Estocolmo y este a San Petersburgo. La ciudad me ha gustado mucho, no ya por su grandiosidad como capital de los zares, sino por su gran vitalidad. Mucha gente, mucha diversión … Supongo que en Invierno será otra cosa pero ahora en verano destila vida. Por supuesto visitamos el Hermitage y los palacios de Peterhof y de Catalina (Pushkin). A estos dos últimos fuimos en barco y en metro + autobús respectivamente. Al visitar una ciudad cogemos el transporte público siempre que podemos, es la mejor manera de conocer como viven las personas y te da un punto de vista más allá de las atracciones turísticas. De la época soviética queda poco visible, una enorme estatua de Lenin, algún edificio mostrenco y simbología variada en paredes de edificios que eran antiguamente de la administración. Del salvaje cerco que sufrió la ciudad en la II Guerra Mundial quedan algunos bunkeres mantenidos y lugares conmemorativos así como cementerios :(.Aparte de los palacios, otras atracciones llamativas son las iglesias ortodoxas. Entramos en la Iglesia del Salvador sobre la sangre derramada y en la catedral de Nuestra Señora de Kazán. Subimos a la cúpula de la catedral de San Isaac y merodeamos por la de San Pedro y San Pablo pero no entramos porque tenía una cola enorme de turistas chinos. Se nota que es una ciudad de cruceros. Fuimos en tiempo de «noches blancas», pero ya acabando, el sol llega a ponerse unas tres horas, y más bien lo que ves es lo que llamamos «hora azul».La última noche nos recogían a las 3 de la mañana para ir al aeropuerto así que decidimos no dormir e ir a ver como levantan los puentes sobre el rio Neva y de paso hacer unas fotos nocturnas.