Tocamos Marzo y entramos en el último tramo del invierno del 2018.
Invierno que se ha comportado como tal, menos mal, y ha hecho frio, lluvia y nieve, sobre todo en la parte norte de la península ibérica.Poco que contar este invierno, disfrutando del discurrir de la vida. Un viaje a Valencia con amigos ha sido prácticamente la única oportunidad para hacer algo más de fotografía.Bueno, algo si debería haber pasado este invierno, Navburis ha tenido una oportunidad, muy merecida, de ascender. Y podría (debería) haber sido ascendida por ser más que una buena candidata pero … quien decide tiene el derecho a equivocarse, y esta vez lo ha ejercido. No me cabe duda que si no ha salido será porque habrá algo mejor.Archivo de la categoría: Paisajes
Y del blanco al negro los mismos grises
Todas las fotos tuvieron «me gusta» pero solo comentario, uno, la hoja otoñal estrellada contra la valla, el arpa del jamonero y el ojo rocoso. Y para más no da esta historieta del fb, así que para rellenar la entrada ¿por qué no hablar de lo que pienso de la fotografía en blanco y negro? Para mi en una fotografía monocroma, al quitar un elemento fundamental de la experiencia cognitiva y sensitiva de los humanos como es el color, la atención se focaliza más en el contenido, el mensaje, la expresión … buscar una emoción.Casi nada. Por lo tanto no todas las fotografías tiene sentido pasarlas a b/n, me lo pienso y pregunto a mis cercanos. Lo bueno es que, a diferencia de la época química que tomabas la decisión en la etapa de concepción (pongo un carrete de b/n) y rara vez podías cambiar a posterior, ahora en el mundo digital puedes decidirte en cualquier etapa del proceso creativo. Un día de estos voy a hacer un tutorial de mi técnica para convertir a «escala de grises» una fotografía.
Paseo por la playa
Sobre el cielo azul las nubes dibujan un dragón.
Las dunas de colores apagados contrastan con el intenso cielo. Las pechinas movidas por las olas trazan curvas sobre la arena.Que bonita la playa en una mañana invernal de otoño.Copenhague
Si podemos hacemos un viaje largo y otro corto, fin de semana largo, al año. En 2017 el largo a Japón y el corto ha sido, el fin de semana pasado, a Copenhague.
Nos hemos alojado en un apartamento céntrico, excepcionalmente céntrico. En la calle Stroget a menos de 20 minutos andando de las principales puntos de interés. Bueno salvo la sirenita que estaba a 35 minutos según Google. Una casa antigua con un ascensor antiguo y el apartamento grande y destartalado. Propiedad de un fotógrafo, el piso estaba lleno de curiosidades y también necesitado de alguna reforma sobre todo en el baño. La ciudad nos ha gustado, respira tranquilidad, gente calmada. Por cierto la ropa habitual de los daneses es de color mayoritariamente gris, negro y azul oscuro. Cuando vuelves a Madrid la calle te parece una estridente macedonia de colores.El tiempo nos ha respetado. Sol y nubes. Al sol bien, en las sombras frio. Salvo el sábado al mediodía que tuvimos lluvia y viento coincidiendo con una excursión por la región de Öresund. En Suecia no pudimos salir de las estaciones de trenes.En Copenhague he encontrado bastantes rincones curiosos para hacer fotos curiosas. Un motivo que me entretuvo bastante fue un espejo ondulado en las vallas de una de las muchas obras que tienen ahora. El espejo, #mirrorwave, aparte de la ondulación que provoca reflejos siméticos y deformados está pintado con manchas de colores con lo que obtienes surrealistas imágenes.Otro sitio curioso para hacer fotos, respetando a las personas eso si o te puedes meter en un lío, es la ciudad libre de Christiania, un área okupa autogestionada desde los años 70. En definitiva, lo hemos pasado bien y pondremos más fotos.