El Viajero del Sol, por el resultado, por el significado de la obra, y sobre todo por el recuerdo de lo vivido en otro viaje esplendido a Islandia.
Llega diciembre, el fin de año. Y como todo los años, llegadas estas fechas, recordamos lo ocurrido en los casi 365 días anteriores. Este 2024 ha tenido dos partes muy diferenciados, separadas por el verano, como si de dos cursos académicos se tratara. De enero a julio tuvimos muchos viajes, y aunque el trabajo fue intenso, no tuvimos grandes sobresaltos en la vida ordinaria. Lo recuerdo como una época agradable. Tantos viajes hicimos que llegué a Agosto con apenas una semana de vacaciones. Volví a Madrid en septiembre con el contador de vacaciones a 0, sin reservas. Desde entonces hasta diciembre la vida ha estado salpicada de incidentes y casi todos sino malos, regulares: Mucho más trabajo del que a estas alturas de mi vida laboral estoy dispuesto a hacer, problemillas de salud: encías, muelas, rodilla, esguince de tobillo y dedo en resorte que me ha obligado a operarme. Eso respecto a mi, pero también en mi entorno a personas cercanas las cosas no les han ido muy bien. En fin, la salud con sus cosas, el trabajo con las suyas, pero mira, entramos en el último año laboral completo, si los planes siguen su curso, ya que podría ser que no lo completáramos. Este año se ha cumplido un hito, que me llega en un momento bastante bueno: Mi empresa cambia de propietarios, se puede decir que es un éxito tras 24 años de trabajo, desde la casi nada hasta lo que es hoy, que alguien lo aprecie. En cuanto a la fotografía, seguimos con altibajos creativos. Evidentemente un viaje, y en el primer semestre hicimos muchos, te da muchas oportunidades para hacer algo interesante, pero fuera de los viajes me cuesta hacer algo que me guste. Para el viaje a Islandia decidí no tener dudas con un objetivo angular y me compré, eso si, de segunda mano el 14-24 2,8 de Nikon, sin lugar a dudas un objetivo profesional de calidad. Si la foto no es buena es porque no la has hecho bien, no puedes achacar nada al objetivo. En el 2022 me llevé el Samyang 14 2.4 que sin dudas es bueno pero vi en las fotos un viñeteado verdoso que me costaba eliminar. El 14-24 de Nikon, no lo tiene y además de zoom es AF. Como digo, quitarme dudas, tener garantías de llevar lo mejor posible. Ha sido la única compra de equipo de este año. Para esta entrada,he puesto fotografías que considero de las mejores del 2024, podría haber alguna otra, pero estas son mis elegidas. Como consecuencia de la mayor actividad en el primer semestre casi todas son de ese periodo. Después de verano un visita a Cabañeros y asistir a una convocatoria para fotografiar la luna llena, es lo único digno de mención. Y si hay que elegir una fotografía del año, me quedo con la de