Tristes días

Vista de teletrabajo, Madrid diciembre 2022

Vista de teletrabajo, Madrid diciembre 2022

Es verdad que la Navidad no me gusta especialmente, son días que la gente se vuelve un poco loca, hay muchos eventos a los que tienes que acudir, mucha gente a la que tienes que ver, mucha gente por todos lados, tráfico infernal y agresivo, ir a cualquier sitio te cuesta llegar … Estrés. Si además te toca una época de mucho e intenso trabajo que te lo pone difícil para compaginar con las actividades extras de la Navidad, pues más estrés. Y este año para rematar ha venido con incidencias de las que no quieres nunca que pasen, fallecimiento de un conocido cercano y caída de mi madre. No me gusta la Navidad y tampoco me ha tocado la lotería este año :E
Corazón helado y roto. Islandia, marzo 2022

Corazón helado y roto. Islandia, marzo 2022

Pero no es por todo esto el título de «tristes días»
, es por la climatología que nos ha tocado en estos días ya de invierno. Además de las horas de oscuridad propias de la época, se une que han habido muchos días nublados y algunos, buena suerte, con bastante lluvia. Sin frio, que estamos de cambio climático, pero no hemos visto el sol y esa falta de luz da un ambiente que se considera triste. A mi no me parece tanto y me gusta. Feliz Navidad.

Atardecer entre borrascas

L'Albufera, 9 de diciembre de 2022

L’Albufera, 9 de diciembre de 2022

Por suerte, aunque nunca llueve a gusto de todos, estamos teniendo unos días de lluvias intensas. Eso sí, sin frio. El sábado 9 de diciembre fue un día entre borrascas, el único sin lluvias en una semana. Aproveché para acercarme a la caída del sol a L’Albufera para sacar esos colores mágicos que explotan cuando ya el sol se ha ocultado y hay nubes diversas en el cielo. El objetivo era hacer una amplia panorámica. Sin embargo, para esta entrada he optado por mostrar un invento sin color. Un blanco y negro en dos tonos de virados.

Primeros días de diciembre, 2022

'Una oportunidad', Belfast julio 2022

‘Una oportunidad’, Belfast julio 2022

Acabando el año. Supongo que más adelante haré el típico recopilatorio de fotos del 2022 pero ahora no tengo mucho que decir, ni fotos nuevas que mostrar. Sigo repasando las muchas fotos del viaje de Irlanda con el propósito, esta vez de fin de año, de tener una galería de dicho viaje. Dado que este año 2022 va a ser recordado por la guerra de Ucrania, he subido una pintada pidiendo dar una oportunidad a la paz en uno de los muros que separan barrios católicos de protestantes, o de republicanos de unionistas, como se prefiera, en Belfast. Lejos parece la paz a día de hoy.
Familia, Taipei febrero 2014

Familia, Taipei febrero 2014

También estoy revisando fotos antiguas para ir preparando posibles impresiones a distintos tamaños de imágenes que me traen buenos recuerdos, o siendo optimista, que considero bonitas o sugerentes como para merecer ponerse en una pared. Así, recorriendo el pasado, he dado con una simpática foto, que no será impresa pero si añadida a esta entrada, donde se ve a la familia en una pantalla dentro de una animación. Es en Tapei, Taiwan, en una feria, en el año 2014.

En medio del otoño de 2022

Alto Tajo, octubre 2022

Alto Tajo, octubre 2022

Hemos pasado ya la mitad de este otoño. Y por fin hemos tenido algunos días propios de otoño, con lluvia y algo de fresco. Hemos podido coger algo de setas en el Alto Tajo, y vino en una salida turística a la Ribera del Duero. Días bonitos, con colores en los árboles con cielos azules y también nublados.
Peñafiel, noviembre 2022

Peñafiel, noviembre 2022

Pero en seguida parece que los tintes invernales van a pintar un cambio de estación prematuro. Así va siendo lo habitual en esta era de cambio climático, las estaciones suaves se diluyen en las ásperas. Eso sí, cuando empiece astronómicamente el invierno a que va a ser soleado y seco como si no fuera tal, ojala me equivoque.