Archivo de la categoría: Sociales

Celebraciones nocturnas

No hay duda que el fútbol (el de campo grande, once jugadores por equipo) es el deporte que más se sigue en España. Por lo tanto de ahí su influencia en la vida social cuando se trata de él. Pero cuando he oído que la consecución del campeonato del mundo era el mayor éxito deportivo de nuestro país me ha parecido un desprecio hacia el fútbol sala, el baloncesto, el balonmano, el waterpolo, el hockey, los ciclistas, los tenistas, los atletas, campeones olímpicos variados … que han conseguido lo mismo y más veces. Pero sin el campeonato del mundo de fútbol, verdadero opio del pueblo, no hay deporte español. Eramos un país deprimido y frustrado hasta ahora, iluminado y feliz por la luz de la copa,  vamos hombre.

Celebración callejera. Madrid, julio 2010

Celebración callejera. Madrid, julio 2010

Y sobre las celebraciones … Hay quien traslada el éxito  o el fracaso de su equipo a su estado físico y mental. Pasión. Pero a mi siempre me ha parecido que hacer depender tu felicidad de aspectos externos no controlables es algo peligroso para uno y a evitar en la medida de lo posible. Yo lo hago por eso difícilmente se me verá en una celebración futbolera.

Celebración callejera II. Madrid, julio 2010

Celebración callejeraII. Madrid, julio 2010

Día de carnavales

Entre el desfile del orgullo LGTB y el partido de fútbol mucho disfraz y mucha bandera.

Ombligos. Madrid julio 2010

Ombligos. Madrid julio 2010

La gente de Cuba

Hay de todo como en todos los sitios. Afirmación que nunca será mentira. Nosotros al ejercer de turistas tuvimos contacto principalmente con aquellas personas que atiende al turismo: taxistas, personal del hotel, camareros .. Y además una circunstancia relevante: El día que llegamos se suspendieron todos los vuelos del norte de Europa (incluida Francia) por las cenizas del volcán Eyjafjallajökull.  Eso hizo que estuviéramos más tranquilos y disfrutamos más pero nos hizo más visibles.

Como norma diremos que son amables y correctos. Un tanto reservados.  Echas en falta algo más de simpatía. Por ejemplo los taxistas del traslado al aeropuerto no nos dirigieron la palabra.  Aunque sinceramente esto es mucho mejor que el gracioso simpático que luego se te sube a la chepa. Si preguntas por algo están encantados de ayudarte.

Partida de domino (Trinidad abril 2010)

Partida de domino (Trinidad abril 2010)


En Cuba la gente vive en precario, están necesitados y por lo tanto te suelen pedir cualquier cosa con más o menos dignidad y más o menos sutileza. Monedas, bolígrafos y  jabones son las cosas más solicitadas. En los lugares turísticos sufres mucha presión. A nosotros nos resultó muy agobiante en Trinidad pues realmente cuando llegamos había pocos turistas y se cebaron.

Un detalle importantísimo, de gran valor, salvo la picaresca, abundante y creativa, que tíos, no hay delincuencia. Al menos visible. ¿Dónde encuentras eso ya?

Pintor de La Habana (abril 2010)

Pintor de La Habana (abril 2010)

Nos hemos traído un montón de anécdotas, curiosidades, recuerdos,   de gente de Cuba, el guía turístico, la guarda de la Casa de Simón Bolivar,  el guarda de Coppelia que nos llevó a un paladar seguramente ilegal del que huimos,  la chica de la plantación de tabaco de Robaina,  los guardia del Minint que nos cambiaron las ruedas del coche,  el ponchero de Viñales, María Luisa y familia, Isabel y Angel, los amables vendedores de la tienda Caracol de Cienfuegos , Yirina y «el Chichi», los niños de Manaca Inzaga,  Fernando de Trinidad,  …   Algunas historias merecerán su entrada en este diario.

Una de las grandes facilidades en Cuba es compartir idioma. Sin duda te engrandece la experiencia del viaje al poder relacionarte sin limitaciones con la gente. Gente de Cuba, gente atrapada en su sin destino.

Pasando la vida (La Habana, abril 2010)

Pasando la vida (La Habana, abril 2010)

La verdad es que no he fotografiado mucho a la gente. No he hecho ningún retrato. Solo algunas fotos «en contexto». Me suele retraer la posibilidad de que alguien se moleste y además en el caso de Cuba la probabilidad de dar con un liante es muy alta. «De fotos no se vive» es una expresión que oí varias veces para que les des una moneda. En cambio vi algún turista, con su compacta, impasible e insensible disparando a todo lo que se movía como si fueran monos del zoológico.

Cuba

Un viaje intenso e interesante. Nueve días para ver La Habana, Viñales, Cienfuegos  y Trinidad y sitios intermedios. Apasionante país al que después de varios días de estar en Madrid, vuelvo pensando, e incluso soñando, continuamente.

En La Habana estuvimos en hotel y en el resto de ciudades en casas de cubanos. Entre ciudades nos movimos en coche por esas carreteras que tienen. Calculo que algo más de 1.500 km … por eso todavía, de vez en cuando, cierro los ojos y lo que veo es un una larga recta llena de personas, bicicletas, carros de caballo, viejos tractores, camiones, coches, animales … ¡cangrejos y baches!

Carretera cerca de Cienfuegos

Carretera cerca de Cienfuegos

Me fui pensando que había conocido muy bien el país pero mi percepción al cabo de unos días es que me dejé algunos elementos. No tuve más contacto con afines al régimen que los guardas de aduanas. Tampoco me relacioné con artistas, intelectuales … de esos que salen en las películas que vemos en España.   Sí con profesionales y pueblo llano que viven atrapados en un sistema político-social, gente emprendedora a los  que no les permite hacer casi nada, con casi ningún recurso. Atrapados por el pasado y el temor a un futuro inciertísimo.

También muchos resignados y acomodados a vivir de lo que caiga. Tropa de pedigüeños que no dan palo al agua e intentan sobrevivir del turista. Trabajadores conformistas, desilusionados, desmotivados … totalmente alejados de conceptos como productividad, eficencia, competitividad … tan de moda en nuestro mundo occidental. El primer mundo, como nos designan ellos.

Valle de Viñales

Valle de Viñales

Y todo en un marco bellísimo, un paisaje impactante, deslumbrante y muy bien conservado gracias a esa ausencia de posibilidad de ambición. ¡Es de agradecer!, no como en España que la hemos destrozado.