¡Que mejor que empezar el año que visitando Abu Simbel!. Pero antes el momento de tensión del viaje. En primer lugar íbamos a visitar la cantera donde se encuentra el obelisco inacabado. El «funcionario» que debería abrir la puerta no habia llegado y allí nos quedamos en la puerta. Mientras esperábamos se acercaron tres personas vestidas de paisanos con metralleta. No voy a decir que tuviera miedo pero una cierta intraquilidad si. En frente y al lado nuestro había policia uniformada, y armada, y si ellos no estabán alarmados sería porque serían de los «buenos». Como así resultó ser.
Antes de coger el avión nos pasaron por la presa de Asuán, gran obra de ingeniería que resolvió algunos problemas a los egipcios y les trajo otros. Y por fin uno de los momentos culminantes del viaje: Abu Simbel. Fantástico. Las estatuas majestuosas de Ramses II impresionan. Lástima que dentro no dejaran hacer fotos pero con poder hacer las de fuera estoy contento.
Y para rematar el intenso primer día del año visita al pueblo nubio. En principio esa excursión no estaba incluida en el viaje era opcional y a pesar de leer en internet algunas opiniones que no merecían la pena decidimos hacerla y ¡qué buena decisión! Al salir de Abu Simbel se levanto aire y pudimos comprobar como se forma una tormenta de arena, poco a poco dejas de ver cosas como si de niebla se tratara. Debido a este viento la excursión prevista en faluca se hizo en barca normal.
Fuimos todo el grupo que compartiamos el mismo viaje y yo creo que esto es lo que hizo más divertida la excursión. Una de las cosas es visitar la escuela y que un «profesor» te enseñe las letra y los números. Si te toca un grupo con los que no vas a gusto esto es una parte que puede ser muy poco interesante pero nosotros lo pasamos bien.
La otra actividad muy entretenida fue visitar un casa donde nos hicieron un tatuaje de gena. La casa era muy bonita en la parte alta del pueblo, ya de por si tenia interés en si misma pero además tenía dos cocodrilos uno grande y otro pequeño. Para ellos es como tener un cerdo, lo van alimentando y luego se lo comen. Llegamos tarde al barco, un día largo, intenso, para empezar el 2015.
Al día siguiente visita al templo de Philae.
Este es otro de los templos «salvados» de las aguas por la presa de Asuán. Todo llega y nos tocó turistada, visita a una perfumería. A la salida la mayor parte del grupo volaba a El Cairo a mediodía, sin embargo nosotros no, teníamos que esperar hasta las 19. Según nuestro plan de viaje, la visita a Abu Simbel debería ese día y así ya salir desde el aeropuerto pero la agencia local a su conveniencia lo cambío. El caso es que cambiamos una tarde en El Cairo por una en Asuán. Pero en los viajes los imprevistos o inconvenientes también te deparan otras emociones. Ya que teníamos que estar en la ciudad que menos que hacer turismo y nos fuimos al zoco de la ciudad.
Muy pintoresco y la verdad es que posiblemente vimos mejor la vida ordinaria de los egipcios actuales que si hubieramos ido al Khan el Khalili esa tarde. El zoco unque no muy grande tienes muchas tiendas, sobre todo destacan las de especies, hierbas y frutos secos. En una tienda muy bonita, con autentico estilo colonial, compramos muchas cosas, entre ellas unas piedras pomez de colores que tardaron en aparecer en Madrid escondidas en el equipaje. Tuvo gracia que en esta tienda querían cobrarnos 35 libras cuando en el cartel ponía 25. A Garnaven le habían cundido las clases en el poblado nubio :D.
La comida era por nuestra cuenta y después de merodear por los alrededores del barco, sin encontrar ningún sitio, todo estaba cerrado pues era viernes, día festivo para ellos, tuvimos que volver hacia el zoco y encargar unas pizzas para llevar. Pudimos comprobar que había dos cartas, una para turistas y otra para locales. Comimos nuestras pizzas, muy buenas, en un banco en el paseo del Nilo. Cuando vinieron a recogernos el camino al aeropuerto estaba bloqueado por una «celebración» y no se podía pasar. La única solución posible era salir de la ciudad en sentido contrario y cruzar el Nilo por el primer puente al norte. El aeropueto estaba al sur. En vez de 20 km tuvimos que hacer 60. Eso si fuimos por una carretera metida en el desierto donde vimos ponerse el sol. Algo que no se hace todos los días. A El Cairo llegamos tan tarde que ni salimos a cenar.
Ultimo día de viaje, todo en El Cairo. La verdad es que creo que suficiente tiempo, tal vez se pueda estar algo más pero es tan caótico y ruidoso que no me resultó agradable. El día como siempre empezó temprano para ver en primer lugar la mezquita de alabastro.
Después de ver las de Estambul no sorprende mucho. Luego el museo egipcio en la plaza Tahir, sin fotos por estar prohibido. Impresiona los tesoros encontrados en la tumba de Tutankamón. De ahí a las piramides y la esfinge.
Después paso «obligado» por tienda de papiros y tarde libre. Intentamos ir andando al bazar de Khan El-Khalili pero nos encontramos antes con un mercado local que fue imposible de atravesar de lo abarrotado que estaba.
Al final totalmente aturdidos por el caos volvimos a el hotel. Decidimos coger un taxi y al pararlo por supuesto el taxista sabía donde estaba el hotel y eran 15 libras. Pero no una vez subidos, se dedico a preguntar a otros donde estaba el hotel y quiso cobrarnos cuando llegamos 50. Punto y final a un bonito viaje.
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