Archivo por meses: agosto 2016
Antelope Canyon
Samyang 12mm y al final pensando en el polvo entré con el 18-135 que está sellado. Y menos mal! El equipo salió totalmente cubierto de polvo. Además, con tanta gente, con el gran angular hubiera sido imposible esquivar a la masa. Tuvimos que retroceder varias veces hasta que llegamos al final. Justamente a partir de ese momento se vació mucho, las excursiones cortas de las 11 habían acabado y las nuevas traían menos gente. Buen momento para repetir fotos pero el guía navajo nos advirtió que habíamos tardado mucho y teníamos que volver a la carrera y nos hizo guardar los trípodes. Así que vuelta a fotografiar a impulsos, con un ISO alto se podía disparar a mano. En este recorrido de vuelta a la navajoneta pude observar la naturaleza cambiante del cañón: Un rincón que hacía una especie de bóveda estaba iluminado con un color naranja muy hermoso pero había una pareja haciéndose fotos ¡con el móvil!. Para cuando acabaron la luz naranja intensa se había ido :(. Por cierto esta pareja iba sola con el guía navajo que era el que les hacía las fotografías. Me parece que en algún caso debes tener la posibilidad de visita privada, interesante alternativa.
Hice muchas fotos, alguna bonita, pero creo que con calma, inspeccionando la luz y las rocas, se pueden hacer composiciones preciosas. Tengo la sensación de haber ido toda la excursión a remolque de las circunstancias, sin mirar previamente, encuadrando instintivamente y disparando a toda prisa. La fase de concepción reducida a la mínima expresión. Y también echo en falta haber hecho algunas fotos de localización: La camioneta, la carretera, la arena, la gente, la entrada al cañón … Tan concentrado iba en pensar en como hacer las fotos dentro que de eso me olvidé. Solo al salir le hice la foto a una especie de lagartija del mismo color que la piedra. De vuelta a Page la familia había comido ya en un chino, qué valor, así que al coche, una cerveza (no conducía yo) con frutos secos y jerky para comer y a por el penúltimo parque del periplo: Bryce Canyon.
No hago viajes fotográficos, ni fotografía de viajes (:-?). Hago fotografías en los viajes. Mis habituales acompañantes en los viajes dirán que no es así, que me paro continuamente para hacer fotografías y a veces parece que el objetivo de una visita es la fotografía más que el objeto fotografiado. Bueno, creo que mantengo un equilibrio. Si realmente hiciera viajes fotográficos solo visitaría lugares al amanecer y al atardecer, me tiraría horas en el mismo sitio y eso sin hablar de la cantidad de equipo que llevaría … Ya comentaré sobre el equipo fotográfico de este viaje. Todo esto para decir que esta vez sí que había hecho algo específico para la fotografía: Reservar la excursión fotográfica al Cañón del Antílope. Debido al lío horario que se traen entre los distintos estados y el territorio navajo, Arizona (GMT-7) pero no cambia de verano a invierno, Condado de Navajo Arizona (GMT-6), Utah (GMT-6), Wyomming (GMT-6), Las Vegas (GMT-7), llegamos a Page con algo de tiempo para no arriesgar. El cañón está en zona navaja pero estos navajos a diferencia de los de Monument Valley siguen la hora de Arizona con lo que hay en verano una hora de diferencia. En este viaje a ratos no sabías que hora era la buena. Al llegar a Page en una misma calle vimos un montón de iglesias de culto, al parecer, diferente: Immaculate Heart of Mary, St David’s Episcopal Church, The Church of Jesus Christ of Latter-day Saints, Jehovah’s Witnesses, The Lake Powell Church of The Nazarene, First Baptist Church, Page Community Untd Methodist Church, Shepherd of the Desert Lutheran Church y First Assembly Of God. Si no encuentras tu iglesia es que eres un poco rarito, como yo. Hay dos Antelope Canyon, el Upper y el Lower. Dado que en principio los dos tienen su encanto elegimos una compañía que nos pareciera bien y la que elegimos solo trabaja con el Upper. El Lower se queda para la próxima visita. Todas las compañías que hay son de navajos y casi todas te ofrecen las mismas excursiones, una hora la normal y dos la «fotográfica». Lo bueno de la fotográfica es que puedes llevar equipo con trípode, en la otra no. La familia reservó la normal y yo la fotográfica. Escogimos las 11 como la mejor hora para ver los haces de luz solar entrar en el cañón. Estuvo toda la mañana nublada pero tuvimos suerte que a la hora de la excursión se abrieron claros. El cañón no es más que una hendidura en las rocas y una oquedad a ratos estrecha. A la hora prevista los navajos te montan en unas camionetas abiertas (bautizadas cono navajonetas por Garnaven :D) y a trompicones te llevan primero por la carretera y luego por la arena hasta la entrada. De milagro no se quedan clavadas en la arena. Mi grupo fotográfico era estupendo porque solo éramos cinco personas y tres trípodes. Una familia china, padre, madre y joven que habla inglés, y una señora de San Francisco eran mi compañía más el guía navajo. El problema es que dentro está lleno de gente de las excursiones «normales», sobre todo hordas de chinos. Los navajos, tanto nuestro guía como los de otros grupos, intentan dar prioridad a nuestro grupo. Pagamos más y a ellos les interesa que estemos contentos. Pero es inútil, en ese sitio estrecho, los montones de chinos que no entienden inglés son inmanejables. También hay un grupo de españoles que debido a su ignorancia e incomprensión adoptan la típica actitud española chulesca de «rebeldía ante la injusticia»: «Qué se quiten ellos, pues si, me voy a tener que apartar yo». Mucho estrés, sin poder hacer las fotos con la tranquilidad que a uno le gusta. Encuadrar incluyendo el suelo del cañón es complicado sin sacar pies, piernas, cabezas … La mayoría de las fotografías están hechas hacía arriba, buscando distintas formas geométricas y colores. El cañón es muy curioso pues va cambiando según se va moviendo la luz. Uno de los efectos esperados es ver el haz de luz que entra por las ranura, por eso la excursión de las 11 está tan solicitada y masificada. Para remarcar el haz el navajo tira paletadas de arena hacía arriba. Una vez está bien pero lo hace continuamente y no solo para nosotros fotógrafos también le jalean los «normalitos» y repite repite … Al final la polvareda es de impresión y hay que esperar a que se disipe un poco. Mi idea original era entrar con el gran angular Hice muchas fotos, alguna bonita, pero creo que con calma, inspeccionando la luz y las rocas, se pueden hacer composiciones preciosas. Tengo la sensación de haber ido toda la excursión a remolque de las circunstancias, sin mirar previamente, encuadrando instintivamente y disparando a toda prisa. La fase de concepción reducida a la mínima expresión. Y también echo en falta haber hecho algunas fotos de localización: La camioneta, la carretera, la arena, la gente, la entrada al cañón … Tan concentrado iba en pensar en como hacer las fotos dentro que de eso me olvidé. Solo al salir le hice la foto a una especie de lagartija del mismo color que la piedra. De vuelta a Page la familia había comido ya en un chino, qué valor, así que al coche, una cerveza (no conducía yo) con frutos secos y jerky para comer y a por el penúltimo parque del periplo: Bryce Canyon.
Monument Valley
Arches
El fallo me dio ya en Canyolands el parque que visitamos antes, «Error de escritura» pero al volver a apretar el disparador no salió de nuevo el mensaje con lo que me quedé tranquilo sin ocurrirseme mirar si realmente la foto estaba grabada en la tarjeta. Canyolands es un parque muy grande cono dos entradas separadas por más de 150 km dado que por el centro del parque los rios Green y Colorado excavan la tierra y no hay carreteras para cruzarlos. Nosotros hicimos lo más típico que es acceder por la entrada cercana a Moab, Island in the Sky y recorrer la carretera pavimentada parando en los miradores. Hay posibilidad de hacer rutas en 4×4, bicis y caminatas pero hay que ir bien preparados de material y tiempo. Es desierto con temperaturas de 40º C por el día, como era en nuestro caso. De Canyonlands directos a Moab para comer y al hotel (bueno cabinas) para pasar las horas de más calor a resguardo. Habíamos cogido dos habitaciones en el Kokopelli Lodge y teníamos dudas de su calidad por el precio pero la verdad es que están estupendas. Recomendables. Al tardecer entramos en el parque de Arches. Tenía una lista de arcos que se ven más bonitos al atardecer y a ellos fuimos. Uno de ellos es el de las ventanas, ahí fue donde me volvió a dar el error en la tarjeta y volví a cometer el error de repetir la foto y al no ver el mensaje no cambiar la tarjeta. En 10 años o más de fotografía digital no me había pasado nada de esto. No fue hasta llegar al hotel por la noche cuando ví que había perdido fotos. Ya sabes, cambia la tarjeta a la mínima sospecha de problema y repite las fotos antes de irte con la tarjeta nueva. En las ventanas decidimos hacer un sencillo camino que hay alrededor de ellas, sencillo sí pero con el calor fue suficiente para que nos acabáramos el agua y las ganas de andar. Por esa razón al final no hicimos el camino hasta el Delicate Arch y lo vimos en la distancia desde el «view point» Esa noche cenamos en Moab en un restaurante tailandés bastante auténtico al que llegamos justo antes de que cerraran y es que es un problema en muchas ciudades de ese país que si ves la puesta de sol ya no encuentras sitios para cenar. A la mañana siguiente, con otra tarjeta de memoria en la cámara :(, salimos temprano para acabar de ver el parque. Tenía previsto llegar a Double O pero ese camino incluía subir alguna piedra y nos temblaron las piernas, llegamos hasta Landscape Arch y desde ahí fuimos recorriendo la carretera visitando los arcos que nos quedaban y volviendo a las ventanas para fotografiarlas pero ya no era la misma luz que la que había en la tarde. Los arcos toman un tono rojizo por el lado donde les da el sol rasante que no tienes si la luz es alta o posterior. Finalizada la visita iniciamos el camino hacia Monument Valley territorio Navajo.