A mediados de junio, vi un «cashback» de Fujifilm con el que podía ahorrar 600 euros en la combinación X-T3 más objetivo 100-400. Le estuve dándole vueltas algunos días y al final pensé que, a pesar de no tener un objetivo claro de uso, era una buena oferta y un buen momento para entretenerme con un equipo nuevo y encontrar nuevas distracciones y nuevas motivaciones. Así que, justamente al borde del fin de la oferta, lo compré.
He tenido tres fines de semana para ir probando, el primero no tuve oportunidad de ver ningún animalito, el segundo solo una urraca lejana, y en el tercero por fin buitres y alimoches, pero sin mucho éxito. Hay que aprender. Cuando el zoom está a 400 te cuesta apuntar al pájaro, es más fácil primero localizarlo y enfocar a 100 y luego tirar de zoom a 400. Para cuando me di cuenta ya había perdido buenas oportunidades de tener al alimoche cerca. Ademas, el seguimiento del pájaro con el peso del tele es complicado y las fotos no me han quedado lo nítidas que me hubieran gustado. En fin, curva de aprendizaje. Espero este mes de agosto tener buenas oportunidades de retratar aves en L’Albufera. Confiemos que el nivel de contagio del virus nos permita un veraneo tranquilo.
En cuanto a la X-T3 la veo más cómoda que la X-T1. Es un poco más grande pero justamente eso parece hacer que los botones estén mejor colocados y sean más fáciles de ‘encontrar’ cuando estás con el ojo en el visor. Por lo demás es muy parecida tanto en funcionamiento como en resultados, que esperamos mejorar con el tiempo.