Hakone abril 2017
El borrón en el viaje. La previsión nos daba chubascos ocasionales con mejoría notable a partir del mediodía. Íbamos con nuestro Hakone Free Pass y el tren Romancecar, todo bien organizado que lo habíamos reservado desde Madrid. Llegando a Hakone apareció la lluvia. Bueno pensábamos, será chubasco ocasional. Al llegar a la estación vimos un aviso que el teleférico y los barcos estaban cancelados por inclemencia meteorológica. Justamente dos de las atracciones de la excursión sobre todo el barco que cruza el lago desde el que se puede ver el monte Fuji
Barcos, Hakone, abril 2017
Empezamos el circuito tal cual debería ser pero sabiendo que el teleférico estaría inutilizado decidimos coger un autobús directamente hasta el embarcadero con la esperanza que el tiempo mejorara y los barcos salieran.
Lago Ashi, abril 2017
Vana esperanza. Cuando llegamos al embarcadero la lluvía era todavía más fuerte y con más viento. Todo un señor temporal. Nos metimos en la cafetería del embarcadero a esperar. Y esperamos, y leímos, y comimos muy bien por cierto, …, hasta que nos dijeron sutil y amablemente que iban a cerrar. Cogimos una autobús a ver desde otro punto el lago y no lo vimos de la niebla que había.
La bella durmiente, abril 2017
Volvimos a Hakone con la idea de volvernos a Tokio pero el billete no se podía cambiar, así que cogimos el trenecito de montaña de nuevo y hasta la última parada y vuelta para hacer tiempo. En ese tren iba una pareja de chica japonesa y chico occidental. El chaval como yo intentando hacer alguna foto a través de los cristales mojados y empañados, la chica dedicada al deporte nacional japones, dormir en los trenes. La retraté en su somnolencia. Volvimos a Tokio con una cierta amargura por el día poco aprovechado pero no podemos quejarnos: Salvo una tarde de lluvia en Kioto el tiempo nos había sido favorable siempre.