Aquí sopla de tierra a mar, perpendicular a la costa. En verano es seco y cálido. Un viento característico que suele no gustar, mucha gente lo asocia a calor sofocante. En cambio a mi me produce sensaciones agradables con recuerdos de la infancia.
Con el viento de poniente la arena se desliza hacia el mar, y se borran las huellas. Si el viento es fuerte los granos te pinchan la piel. El mar se aplana, queda liso y si hay alguna ola, al romper se riza y gotitas de agua de la cresta caen hacia atrás. Cuando sales del mar el viento aun siendo caliente refresca la piel, que se seca rápidamente y queda suave. Sin nubes, el cielo y el mar son de azul intenso, la arena dorada y los pinos verdes luminosos y profundos.Con viento de poniente no sudas pero bebes continuamente. Recuerdo que en Death Valley tuve esas sensaciones pero sin mar. Los días de poniente asustan a algunos insectos como las hormigas y activan a otros como los parotets (libélulas). La playa se llena de parotets rojos. Lamentablemente los días de poniente son propicios para los incendios, intencionados o provocados. Este verano he tenido dos a lado de casa, por suerte con daños limitados. Hoy ha sido día de poniente, el último de día de playa de estas vacaciones. Mañana retorno a la condena de la hora de levantarse, a planchar el culo 5 horas por la mañana y 3 por la tarde, y a no tener tanto tiempo para mi.