Estas son las tres variables a las que el sentido popular les atribuye, en sus justas cantidades, la consecución de la felicidad: Salud, dinero y amor. Dos de estas variables las tenía en cuestión antes de la Semana Santa. No el amor, que de eso, creo, voy bien y sin dudas, pero sí la salud y el dinero. Suelo cuidar todos los aspectos relacionados con ellas para no tener sustos pero, quieras o no, si tienes a la vista una prueba, alguna inquietud queda.
A la vuelta de las vacaciones tenía previsto una colonoscopia y un reconocimiento médico y también nos habían avisado de una inminente operación accionarial en la empresa. Salud y dinero puestos a prueba.
La salud tardó un poco en resolverse por la alarma creada por un médico un tanto picajoso que mal interpretó el electrocardiograma. Tuve que pasar por un par de cardiólogos para verificar que mi corazón sigue igual de bien física y emocionalmente.Más largo está siendo el tema del dinero, que se prolonga y prolonga. No me preocupa en exceso mi futuro profesional, me siento seguro de mis capacidades y estoy convencido que cualquier cambio tendrá sus ventajas. Gestiono bien la incertidumbre, voy viendo venir las cosas y mientras llegan mentalmente voy estableciendo planes, caminos y escenarios para ir tomando decisiones. Cual partida de ajedrez con la vida.
Pero, eh! ahora llega una nueva estación … y hay cambio de tercio!. Tal vez a la vuelta a la realidad mi mundo haya cambiado.