Aunque era un viaje del que habíamos hablado de hacer por la insistencia de una tía, familiar, hermana de mi madre, no ha sido hasta después de las Navidades que nos hemos decidido a embarcarnos en la aventura de conocer algo de la Laponia Filandesa. Viaje corto y con programa cerrado para no dar lugar margen a especulaciones ‘imaginativas’ del devenir de la visita. Tres días completos en Inari más dos de viaje que nos permitió dos pequeñas visitas a Helsinki. Para cada uno de los días de Inari teníamos unas actividades previstas. Las hicimos todas: Paseo por el rio Juutua, visita al parlamento y museo Sami, marcha hasta la iglesia de Pielpajärvi, conducir un trineo de perros, pescar (intentar) en el lago helado y … observación de auroras boreales. Pues si, las vimos. La última noche se despejó lo suficiente para poder ver, y fotografiar, un buen rato de auroras. Estuvimos como hora y media y seguían, pero ya era suficiente, que a la mañana siguiente madrugábamos para volver a Madrid. En cuanto al equipo fotográfico, como era viaje organizado, opté por el equipo habitual: X-T3 con el 18-135 pero como sabía que podíamos ver auroras llevé el trípode y el 12. Con dudas de cómo resistiría el equipo Fuji en el frio la verdad es que no he tenido ningún problema aunque la sensación de fragilidad de los botones y diales la sigo teniendo. Lástima.