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Washington y Niagara

Completamos el viaje a NYC con excursiones a Washington y a las cataratas del Niagara. Ambas fueron excursiones contratadas con guía y grupo. Y volvimos a reafirmarnos que este tipo de excursión no se adapta para nada a nuestra forma de viajar. Tiene que ser un recurso cuando no queda otra forma de visitar un sitio.

Abraham Lincoln, Washignton octubre 2015

Abraham Lincoln, Washignton octubre 2015

Cronológicamente primero fuimos a Washington. Fuimos en autobús lo que supone 3 horas de ida y otras tantas de vuelta. El guía era correcto pero el plan de visitas contenía todos los memoriales de las guerras de los EEUU y el famoso cementerio militar de Arlington. Sin negar su posible interés cultural, histórico, arquitectónico etc … para un pacifista como yo me sobró gran parte de esas visitas.
La Casa Blanca, Washington, octubre 2015

La Casa Blanca, Washington, octubre 2015

En cambio la posibilidad de pasear por las calles para «respirar» la ciudad que era lo que buscamos no fue posible. El Pentágono lo vimos desde el autobús (lógico no es precisamente un sitio que admitan visitantes) y la Casa Blanca y el Capitolio a cierta distancia. Encima la cúpula del Capitolio en obras para afearme la foto. En un solo sitio pudimos estar un poco más libres, en el Memorial a Abraham Lincoln que por cierto me gustó.
Cataratas del Niagara, octubre 2015

Cataratas del Niagara, octubre 2015


Peor fue lo de Niágara. Para empezar se retrasan 40 minutos al recogernos en el hotel. Ese retraso a las 5 de la mañana sienta fenomenal. Luego otra espera a dos manzanas de nuestro hotel para otro autobús porque eramos más de los previstos. Como no era posible llegar a tiempo al aeropuerto nos dicen que volaremos en un avión privado. Mosqueo. Y el autobús sin aparecer. Cuando ya estamos algunos por dar la vuelta al hotel, aparece el bus. Impecable. Todavía con dudas llegamos al pequeño aeropuerto desde donde vamos a volar. La verdad es que la avioneta es nueva y la azafata que nos recibe rezuma profesionalidad así que ya más confiados, de que no es una chapuza peligrosa, volamos a Niagara.
Desde abajo, Niagara, octubre 2015

Desde abajo, Niagara, octubre 2015

Ahora llega la peor parte de la excursión. La guía era un hija de españoles que pronto nos dimos cuenta que estaba más interesada en hablar español y de España que de enseñarnos las cataratas. No voy a detallar cada una de las paradas inútiles que hicimos que todavía me cabreo pero estuvimos más tiempo parados en cafés sin ningún interés que viendo las cataratas. Tal fue la cosa que incluso no hicimos una visita prevista a la Isla de la Cabra situada entre dos cataratas porque no daba tiempo. Lamentable. Pero podemos decir que vimos las cataratas, impresionante el volumen y la velocidad del agua cayendo. Impresiona tanto cuando te acercas por debajo con el barco, como cuando estas cerca del borde por arriba. Ahora bien, se pierde un poco la sensación de naturaleza «salvaje» al haber muchos edificios alrededor sobre todo en el lado canadiense.
Desde arriba, Niagara, octubre 2015

Desde arriba, Niagara, octubre 2015

Por cierto en el barco a pesar del agua que te cae hice fotos confiado en el sellado de la XT1. A día de hoy sigue funcionando. Nos salio un día muy nublado pero no llegó a llover salvo cuando volvíamos al avión. En el vuelo de vuelta tuvimos tormenta y se movió un poco la aeronave añadiéndole más emoción a la ya de por sí revuelta excursión.

Persiguiendo la luna

Me he pasado muchos días (noches) de este año vigilando la luna. Me apunto a concursos/juegos de fotografía para obligarme a estar haciendo fotos de forma regular, no solo en los viajes. Además es una forma de seguir aprendiendo pues en ocasiones te plantean géneros de  fotografías que nunca has hecho y tienes que ver como hacerlas. Eso aparte del innegable valor  de someter tus «obras» a la crítica, a veces constructiva, siempre injusta, jaja, de otros fotógrafos. El juego de este año,  si, un año de duración,  son 12 pruebas fotográficas a realizar una al mes. De todas las pruebas una de ellas ya sabía que me iba a costar: Nocturna con luna. He hecho intentos  casi todos los meses, he llenado las tarjetas de memorias de fotos inútiles de la luna.

Luna sobre Madrid, noviembre 2015

Luna sobre Madrid, noviembre 2015

La luna, en la noche, plantea dos problemas para fotografiarla. Uno es que está mucho más iluminada que el resto de entorno terrestre. Si expones para la luna, el resto negro. Y si expones para el entorno, la luna quemada. El segundo problema es que se mueve. Y se mueve deprisa con lo que tienes que disparar a velocidad de 1/100 (ISO 100). Es decir que si quieres que el entorno se vea entonces tu luna va a ser un borrón sobrexpuesto. Para resolver el problema técnico hay una opción que es obtener dos exposiciones y unirlas en una sola toma. Sea poniendo un filtro de densidad neutra, tomando dos capturas sobre el mismo fotograma (fichero) o uniéndolas en el procesado con el programa de edición de turno.  Esto tan sencillo de realizar en el mundo digital  no lo era tanto en la época analógica para el aficionado medio pero ya se hacia.
Luna en el Alto Tajo, mayo 2015

Luna en el Alto Tajo, mayo 2015

De la enciclopedia práctica de fotografía Kodak (año 1979), tomo 6, página 1658: «Puede lograr efectos interesantes efectuando exposiciones dobles con objetivos diferentes».  Esto es, aparte de la exposición tenemos el problema del tamaño. En una vista amplia la luna te va a quedar pequeña. Así que esta es la solución,  y así lo hice yo: Una captura de la luna con un teleobjetivo, por ejemplo un 300 y una captura del entorno con un gran angular, 24 o 35 mm.  Cada una con su exposición adecuada. Se revelan (RAW) por separado y luego en programa de edición se unen copiando la luna (recortada) sobre el entorno,fusionando la capa en modo trama para que solo los puntos con más iluminación se superpongan. El tamaño de la luna puede quedar un tanto irreal y hay que ajustarlo mediante un cambio de escala (herramienta transformar, escala). Lo normal es poner la luna «ampliada» en el mismo sitio donde está la luna «del entorno», pero ya puestos a hacer trampas hasta la puedes colocar en otro sitio.
Luna de Valencia, abril 2015

Luna de Valencia, abril 2015


Logicamente la luna más llamativa y la que he fotografiado ha sido la luna llena pero tambien la de cuarto creciente es una buena luna. Para este seguimiento de la luna me han sido muy util dos aplicaciones The Photographer’s Ephemeris y Exsate Golden Hour

Rasca cielo, me pica la espalda

Downtown Manhattan desde Brooklyn, octubre 2015

Downtown Manhattan desde Brooklyn, octubre 2015

Una de las grandes atracciones de NYC son los rascacielos. Aunque no te guste su filosofía de trasfondo, impactan. Y los siguen construyendo. Creo que saben que atraen a turistas. A mi me dio sensación que algunos los mantienen aunque estén vacíos, como se hacen en algunos pueblos de España para no perder la identidad pasada. Sin ir más lejos enfrente de la ventana de la habotación del hotel había un edificio de oficinas que por las noches estaba encendido, para qué,  en el que nunca vi una persona.

One World, octubre 2015

One World, octubre 2015

Una de las mejores formas de ver estos gigantes es subir a uno de ellos. De casualidad que pasamos por el recién abierto One World Trade Center, actualmente el edificio más alto de la ciudad y decidimos subir. Impresionantes vistas como no puede ser de otra manera pero … a través de cristal. Para hacer fotos se te complica por los reflejos. Un detalle, el restaurante que hay en el observatorio merece la pena para comer, mejor en barra que en mesa. Agradable.

Puente de Brooklyn, desde One World, octubre 2015

Puente de Brooklyn, desde One World, octubre 2015

Como subimos a este nuevo gallito de las alturas dejamos la subida típica al Empire State para otra ocasión (volveremos) pero nos decidimos a subir al Top of the Rock del Rockefeller Center para ver un atardecer, y sin cristal de por medio.

Midtown Mahattan desde One World, octubre 2015

Midtown Mahattan desde One World, octubre 2015

Subimos en sábado y aunque que hay horas de subida, al no haberlas de bajada, estaba a rebosar. Difícil conseguir un sitio y difícil mantenerlo en espera de esa luz única que ingenuamente creemos que va a hacer nuestra fotografía la mejor. Por cierto a pesar de que en el entrada está escrito que no se permiten trípodes, yo no lo subí, allí arriba había unos cuantos.

Ahí no entra la luz, NYC octubre 2015

Ahí no entra la luz, NYC octubre 2015

Sea desde un «observatorio» de uno de ellos, desde un helicóptero  o desde puntos de vista seleccionados en las islas del alrededor, o simplemente paseando, apareciendo entre las calles los  tienes a disposición de la cámara.  Resultado: Un montón de fotografías, no muchas buenas pero suficientes para dudar cuál merece mostrarse.

Empire State y One World, octubre 2015

Empire State y One World, octubre 2015

Aquí una buena lista de ellos. He de reconocer que los que más me han gustado han sido los realizados en los primeros años del siglo pasado, edificios con cierto aire gótico. Y uno de los que más el denominado Flatiron de 1902. Lo vimos al caer la tarde con una bonita luz,

Flatiron. octubre 2015

Flatiron. octubre 2015