En el segundo no dejamos de hacerlo y estuvimos dos días alojados con sus dos correspondientes baños. En aquel momento tenía el brazo izquierdo bastante bloqueado debido a una bursitis y tendinitis del hombro que me duraba ya varios meses. Los baños en el agua caliente y sulfurosa de la laguna fueron el principio del fin de la lesión. Dentro del agua podía realizar movimientos hasta ese momento imposibles con lo que empecé a dar la movilidad al hombro que es necesaria para superar ese tipo de lesión. Por lo tanto, no es de extrañar que en cualquier viaje a Islandia cuente con ir a sanar lesiones, a la Blue Lagoon. Hicimos una excursión por la zona del volcán Fagradalsfjal, había erupcionado en el 2021 y en el momento de nuestra visita ya no estaba activo en cuanto a no que no había magma pero sí que podías ver las lenguas de lava todavía caliente, humeantes y si te acercabas, que podías hasta tocarla!, olorosas. Fue una excursión bonita e impactante. Posterior a nuestro viaje, en julio de 2022, el mismo volcán volvió a activarse. Y en esa zona en este mismo 2023 en agosto el Litli-Hrútur La península de Reykjanes donde está la laguna es una zona volcánica en ebullición. Y justo, a primeros de noviembre, el 5, para nuestra próxima visita había reservado un hotel al lado de la laguna, ajeno a la actividad sísmica que ya existía. El 13 de noviembre se evacua la ciudad de Grindavik, donde se situa la Blue Lagoon y finalmente el 18 de diciembre ha habido la previsible erupción a unos 2 km del balneario. Con este panorama parece que a corto plazo no va a ser muy viable la visita. ¡Que lástima!, esperemos que en otra ocasión que tengamos podamos repetir.
En marzo de 2022 hicimos el segundo viaje a Islandia, el primero fue en agosto de 2018. En el primer viaje por falta de tiempo y previsión no fuimos a la Blue Lagoon.Y nos quedamos con las ganas.