La última semana de vacaciones de 2023 hemos estado por tierras gallegas.
Principalmente en la Ribera Sacra donde estuvimos tres dias. Una zona preciosa, lo que más me ha impactado han sido sus densos bosques de castaños y robles. Aparte de la espectacularidad de las vistas y esos viñedos inclinados en las laderas de las montañas que parece imposible que puedan ser rentables. También vimos unos cuantos monasterios enclavados en lugares mágicos.
En este viaje, como sigue la cámara X-T3 en el servicio técnico, he utilizado equipo Nikon, fundamentalmente el pesado pero capaz 24-70 f2.8. También en algún callejeo el 35 f2 AIS. En mi interior medito sobre el futuro de mi equipo fotográfico.
Además de la Ribera Sacra hemos visitado otros lugares. Alojados en Fiobre, aldea entre Betanzos y Sada, hicimos excursiones al Pazo de Mariñan, Chelo (Rio Mandeo), las playas de Miño y Valdoviño, y las poblaciones de Betanzos, Sada, Monforte de Lemos, Castro Caldeas, Chantada, A Coruña, … seguro que me dejo algún lugar. En nuestra estancia estuvimos alojados en el pazo de Chaioso, una preciosa casa rural en un pazo reconstruido, fantástico. Lo malo fue la mala restauración del pueblo, Maceda, donde hicimos dos cenas eternas con una calidad por debajo de lo aceptable. A cambio, tuvimos grandes momentos gastronómicos en Sada, en Muelle 33 y en Pepecho, y en el puerto de Lorbé.
Volviendo a Madrid paramos en Astorga a visitar el Palacio de Gaudí, una de sus obra neogótica más que modernista pero igualmente con grandes detalles imaginativos.
El tiempo que nos hizo fue increíble, mientras que en el resto de península llovía y en muchos casos de forma torrencial, en Galicia tuvimos unos días de sol y nubes muy apropiados para hacer turismo, tanto de monte, como urbano.
Y se acaba el verano, tanto las vacaciones como la estación climatológica. Y lo está haciendo con abundantes lluvias. Ojala tengamos un otoño húmedo.