A la D810 ya la he sacado a pasear aunque todavía no he realizado ninguna foto de gran de interés. Cuando llegó y la saqué de la caja, no me pareció ni mucho más grande ni pesada que la D200 pero la impresión cambió al poner el 24-70. Esa combinación sí que es muy pesada, tanto que llegué a pensar si sería capaz de llevarla. Pero todo es ir acostumbrándose. Según voy tocándola, voy adaptando los controles a mi estilo de fotografiar. Por cierto que del manual, bien gordito, me sobran una gran cantidad de páginas, todas las referentes a vídeo, y de momento todas las de «live view’. Si el número de páginas que me sobran fueran directamente proporcionales a una reducción del precio de la cámara, esta costaría menos de la mitad. Las fotos que voy tirando, en todos sus acepciones de la palabra tirando, son de un detalle bastante impresionante. Entre la calidad del objetivo y la calidad del sensor las ampliaciones 100% son perfectas. Ahora bien, se nota el tamaño del sensor FX y el peso, el desenfoque y la trepidación son más probables, sobre todo si te acercas al objeto al límite de distancia de enfoque del objetivo. Como en todas las cámaras en su pantalla las fotos aparecen impresionantes, cuando las pasas por el revelador y vistas en una pantalla grande … ya no tanto. Necesitaremos tiempo para ir cogiendo el punto al revelado. La fotografía digital se basa en un sensor que capta señales electromagnéticas que se trasladan a un fichero mediante un conversor «analógico digital», DAC. Esta información ya digitalizada, fichero RAW, debe ser interpretada en términos de luz y color. Ese «interpretador» es el revelador, análogo al proceso que se hacía en el fotografía química para extraer de la película fotográfica la impresión de la luz en la emulsión. Y aquí se abre un mundo de posibilidades y elecciones. El revelado puedes hacerlo en la cámara, suele denominarse «JPEG directo», o con un programa externo: Lightroom, Camera Raw, Capture One … En cualquier caso dependes de algo que tu puedes controlar hasta cierto punto. Yo uso Adobe Camera RAW, los ficheros de la D200 se revelan bastante bien directamente, los de Fuji XT1 bastante mal. Los de las D810 de momento parecen regular.
A la D810 ya la he sacado a pasear aunque todavía no he realizado ninguna foto de gran de interés. Cuando llegó y la saqué de la caja, no me pareció ni mucho más grande ni pesada que la D200 pero la impresión cambió al poner el 24-70. Esa combinación sí que es muy pesada, tanto que llegué a pensar si sería capaz de llevarla. Pero todo es ir acostumbrándose. Según voy tocándola, voy adaptando los controles a mi estilo de fotografiar. Por cierto que del manual, bien gordito, me sobran una gran cantidad de páginas, todas las referentes a vídeo, y de momento todas las de «live view’. Si el número de páginas que me sobran fueran directamente proporcionales a una reducción del precio de la cámara, esta costaría menos de la mitad. Las fotos que voy tirando, en todos sus acepciones de la palabra tirando, son de un detalle bastante impresionante. Entre la calidad del objetivo y la calidad del sensor las ampliaciones 100% son perfectas. Ahora bien, se nota el tamaño del sensor FX y el peso, el desenfoque y la trepidación son más probables, sobre todo si te acercas al objeto al límite de distancia de enfoque del objetivo. Como en todas las cámaras en su pantalla las fotos aparecen impresionantes, cuando las pasas por el revelador y vistas en una pantalla grande … ya no tanto. Necesitaremos tiempo para ir cogiendo el punto al revelado. La fotografía digital se basa en un sensor que capta señales electromagnéticas que se trasladan a un fichero mediante un conversor «analógico digital», DAC. Esta información ya digitalizada, fichero RAW, debe ser interpretada en términos de luz y color. Ese «interpretador» es el revelador, análogo al proceso que se hacía en el fotografía química para extraer de la película fotográfica la impresión de la luz en la emulsión. Y aquí se abre un mundo de posibilidades y elecciones. El revelado puedes hacerlo en la cámara, suele denominarse «JPEG directo», o con un programa externo: Lightroom, Camera Raw, Capture One … En cualquier caso dependes de algo que tu puedes controlar hasta cierto punto. Yo uso Adobe Camera RAW, los ficheros de la D200 se revelan bastante bien directamente, los de Fuji XT1 bastante mal. Los de las D810 de momento parecen regular.