Una de las grandes atracciones de las fallas es ver los «castillos de fuegos artificiales«. Al igual que en la mascletà las distintas pirotecnias «compiten» por dar el mejor espectáculo. De especial relevancia es el castillo de la La Nit del Foc, la noche del 18 al 19.
Fallas. La mascletà
La mascletà es el ‘acto’ que más me gusta de las fallas. Sinfonía de sonidos y ritmo, dicen. Es una sensación que no tienes en otro sitio. Ahora hay una distancia de seguridad grande pero cuando era adolescente podía estar casi pegado y la sensación era tremenda.
Aunque la de la plaza del Ayuntamiento es la más grande y conocida, cada falla a partir de las 14:00 tira su propia mascletá. Esas pequeñas son muy bonitas de ver ya que puedes estar cerca de ellas.
Uno de mis primeros recuerdos es estar en casa de mis abuelos y desde la terraza ir oyendo los estallidos a lo largo de toda la ciudad, la vibración de los cristales, el olor a polvora …
Fallas. La falla
Es una fiesta llena de luz, color ¡y sonido!. Aunque esto último no se sentirá en este diario. Tiene sus detractores pero a mi me gusta. Pone patas arriba la ciudad, pero es para alegrarla.
Una falla siempre ha de tener un carácter crítico y humorístico sobre algún aspecto social o político actual. Eso le da una dimensión especial: Un personaje de relumbrón nunca lo será si no sale en una falla!.
La noche del 15 de marzo es cuando se montan, ‘la plantà’.