Antes de meterme en otros asuntos quiero poner más fotos y comentarios del viaje a Islandia.

En este viaje pasamos por sitios nuevos y también por sitios que en anteriores ocasiones no pudimos ver (fotografiar). Bueno, y también alguno que quisimos repetir y uno que nos dejamos, Kvernufoss, por perder más tiempo del que debíamos en Sólheimajökull, que no tenía previsto visitar :O

Hemos encontrado más gente que en 2022. Sobre todo turismo asiático que parece que ha vuelto con fuerza. Aún así, encontramos momentos muy tranquilos donde pudimos fotografiar sin nadie. Incluso en Svartifoss con una tarde soleada primaveral increíble, el aforo de personas fue lo suficientemente pequeño como para permitirme poner el trípode en un espacio reducido.

En Islandia la oferta hotelera, de alojamientos, es impresionante. Fuera de temporada alta (verano) puedes arriesgarte a ir buscando donde pasar la noche sobre la marcha. O ser un Happy Camper y dormir en tu furgoneta :D. Nosotros a pesar de perder flexibilidad, preferimos tener claro el lugar de dormir antes que estar perdiendo cada día un rato buscando dónde. De los hoteles elegidos solo repetimos el Viking. En general todos suficientemente bien, cada uno con su cosa a mejorar. Destacar el Garður Stay Inn en el que teníamos acceso ilimitado a la piscina termal. Eso si, baratos no son.

A diferencia del alojamiento, comer en Islandia puede ser complicado según la zona por donde andes. Nosotros nos preocupamos de la cena, al mediodía si había cerca algún sitio tomamos sopas o sandwiches algo ligero, si no, frutos secos con higos secos. Y si en el sitio que dormíamos teníamos desayuno sin perder mucho tiempo, hacíamos acopia de calorías. La oferta gastronómica es reducida. Nosotros nos decantamos más por pescado, trucha ártica, salmón, cigalas, fish and chips que por la carne pues fundamentalmente es cordero y no nos gusta mucho. De hecho salvo fiambres de desayuna no comí nada de carne. En Reikiavik nos saltamos el régimen y cenamos en un vietnamita, Bánh Mí, que ya conocíamos del 2018 muy cerca del hotel en Hlemmur – Mathöll. Y al igual que los hoteles, la comida es, en general, cara, incluso si sobrevives de comida de gasolinera, hamburguesas, sándwiches, ensaladas … La opción más económica es disponer en el alojamiento de cocina o zona común con cocina, comprar en supermercado y cocinar tu. Al igual que con los hoteles, pudiendo pagarlo, preferimos no perder tiempo de viaje en logística y a cambio probar, aunque sea limitada, la gastronomía local.

Y el coche de alquiler … ahí me parece que es igual de caro que en el resto del mundo. Lo peor es la atención. A diferencia de la hostelería y la restauración donde casi siempre te atiende un inmigrante, europeo, sudamericano, asiático, y te atiende bien, en las oficinas de alquiler de coche son islandeses. Y mi experiencia con ellos es que tienen amabilidad 0, no te ayudan nada y son expertos en echar balones fuera. Me pasó en el 2022 con Avis y con Blue en este viaje. Esta vez ha sido por el cambio de modelo de coche, de Jeep Renegade a Kia Sportage. Distinto estilo de conducción, peores cualidades 4×4, y aún así nos han cobrado más. Explicaciones: Habla con el soporte telefónico. Nuevamente prefiero no perder tiempo de mi viaje en asuntos de logística. Si vuelvo, no creo que repita ni Avis ni Blue. A ver si queda alguna otra compañía.

La gasolina me pareció en precio en linea con lo que estamos acostumbrados en España. Eso sí, lo que es molestísimo es que todas las gasolineras son automáticas y de prepago, con lo que «llenar el depósito» se puede volver una tarea complicada sobre todo a la hora de devolver el coche. Otra molestia adicional es que cada vez que pagas con la tarjeta, y no hay otra opción de pago, te hacen un cargo bloqueo en la tarjeta como depósito de garantía que en alguna marca llega a ser de 200€. Cuando se hace la liquidación se desbloquea pero, al menos en el caso del Santander, puedes tener fácilmente bloqueados 600 € durante una semana. Para finalizar la tanda de reproches, nos pasó una cosa curiosa: El primer día el coche consumió gasolina sin medida. Estábamos preocupados, pero después del primer repostaje y sucesivos, la cosa mejoró de forma llamativa. ¿Será que la casa de alquiler te llena el depósito con gasolina de mala calidad? Pues no lo descarto.

¿Volveremos a Islandia? No se sabe, es muy probable que no, pero, por si acaso, tengo ya localizados sitios, sobretodo en la zona de Snæfellsnes, y termas. ¿Y poder volver a Landmannalaugar? O llegar a Thórsmörk en un autobús 4×4 … No será por lugares panorámicos extraordinarios.