Es época de calor pero aún asi ha sorprendido la alta temperatura y la extensión geográfica de esta que tenemos sobre la península Ibérica. Llevamos tres estaciones consecutivas que se pueden considerar secas comparando con las medias de precipitación de lluvia desde que se tienen medidas. Lo que se dice «lo normal». Y esto hay que tomarlo con precaución pues lo que creemos saber que es «normal» es en base a medidas tomadas desde hace poco más de 100 años. Y ¿qué son cien años frente a los 10.000 desde la última glaciación? Esto no quiere decir que no nos preocupemos por el llamado cambio climático pues todas las medidas apuntan a un etapa más caliente y seca y la contaminación colabora sostenidamente a ello. Y ademas que es principio inapelable que si llenas el planeta de mierda te la acabas comiendo.
Y si de calor hablamos en nuestro viaje de junio pasamos por un sitio excepcional, Death Valley, el lugar más seco y caliente del Hemisferio Norte. Cuando nos bajamos del coche la sensación fue como un día de poniente en la costa Valenciana,, esos días que sales del mar alisado por el viento, y te secas antes de llegar a la toalla. Pero a lo bestia. Llegamos sobre las 7 de la tarde y un termómetro marcaba 115ºF algo así como 45º C.
No sé de que nos quejamos.