En este viaje a Escocia nos hemos alojado en cuatro hoteles y tres ‘Bed and Breakfast‘ (B&B). Ganan los B&B por goleada. El primer hotel fue un Ibis cerca del aeropuerto, buena idea, pero que tenía un parking pequeño y para cuando llegamos ya no había sitio. Tuvimos que aparcar en otro hotel a 30 minutos andando lo que nos obligó a coger taxi para dejar y para recoger el coche. La habitación minúscula y el desayuno regular.
El siguiente hotel en Pitlochry, el Hidro Hotel, lo contrario, la habitación inmensa pero vieja y destartalada. Un hotel antiguo que se ha quedado viejo. El desayuno, para mi gusto, un poco grasiento. Y la ubicación regular, un poco alejado del centro del pueblo, cuesta arriba, que fuimos capaces de perdernos al volver de una cena. En Inverness estuvimos en un B&B, Roseneath Guest House, bien situado y con habitación no generosa pero suficiente, y desayuno aceptable. En Dornie (Eilean Donan) el alojamiento, un B&B, Donan House, al ladito del castillo, impecable habitación y desayuno estándar, el problema es que ese pueblo solo tiene un restaurante y te quedas sin cenar, pero ya hablaremos del tema manduca. Y la joya de la corona, el mejor sitio del viaje: Tigh A Raoin, en Skye, cerca de Portree. La habitación grande, bonita, limpia. El desayuno maravilloso. Fiona, la dueña, es más que atenta, ¡qué amabilidad!. El día de la partida no tuvo inconveniente en levantarse muy temprano para prepararnos el desayuno ¡Y darnos una bolsa con comida para el viaje! Si vuelvo a Skye, ese es mi sitio. En Loch Lommond estuvimos en el hotel The Inn, en dos habitaciones, bien. Al lado de la orilla del lago, pudimos dar un paseo. Y en Edimburgo, el último hotel, el iHoliday, el más surrealista. Una casa antigua en la zona de Murray Fields, regentada por unos hindúes, que le haría falta una profunda renovación y algo de limpieza. Sin parking, pero menos mal que al ser ya fin de semana no había que pagar en la calle y había sitios. En cuanto a la comida fuimos cada día buscando alternar carnes y pescados, salmón fundamentalmente en todas sus variantes. En el día las comidas eran lógicamente sobre la marcha y en la noche en los hoteles o cerca, … pero ojo, en Escocia no es tan sencillo y encontramos algunos problemas. La primera noche en Pitlochry pensábamos cenar en el hotel y no había mesa. En el pueblo nos costó encontrar sitio, un italiano ni fu ni fa. Para la noche siguiente reservamos con tiempo. El mayor problema lo encontramos en Dornie, ya contado, donde acabamos cenando sandwiches en el coche. En Skye el primer día nos costó encontrar mesa para comer. Portree es pequeño y está muy lleno de turistas. Los lugareños no se complican la vida, van sobrados y no se esfuerzan. Cenamos muy bien en Sea Breezes, muy recomendable. Llevabamos reserva desde España pero como cenamos tarde, de la carta había muchas platos «finito». Lo mismo nos pasó la noche siguiente cenamos los platos que quedaban, y suerte. En Edimburgo también nos costó encontrar sitio pero al final en lo que parecía, era, un americano de hamburguesas pudimos tomar un gumbo muy decente. Así que si quieres cenar bien en Escocia, reserva y no ves muy tarde, que hay mucho turista que acaban con las existencias.