Puente Shinkyo, Nikko, abril 2017
A Nikko se llega fácil desde Tokio, si bien si tienes el JR Pass y quieres llegar al mismo pueblo directamente debes pagar un suplemento. Una vez allí en el punto de información turística te organizan un recorrido en función de tu tren de vuelta y lo que quieres ver. Super organizados, te dan un plano con las paradas, números y horarios de los autobuses que tienes que coger que por supuesto no fallan. Optamos por ver el santuario sintoista Toshogu y el Lago Chuzenji.
Pagoda Toshogu Nikko abril 2017
Toshogu por su colorido es el más «chino» de los templos y santuarios que he visto en Japón. Tiene multitud de pinturas y tallas: Dragones, guerreros, elefantes … Y los famosos tres monos: El qeu no ve, el que no oye, el que no habla. Para mi toda una alegoría a la sumisión humana pero al parecer es por otra cosa pues les llaman los monos sabios, en vez de los monos dóciles.
Tres monos, Toshogu Nikko 2017
Estando allí tuvimos oportunidad de ver un poco de ceremonia sintoista. Un grupo de lo que aparentaban altos ejecutivos de empresa, solo hombres, que accedieron a uno de los templos cerrados pero abierto por el lateral por lo que se les podía ver algo. Dando alas a la imaginación parecían el consejo de una gran compañía que atravesando un mal momento solo les queda rezar a los dioses para que les cambie la suerte. ¿Una subida en bolsa? ¿Una OPA hostil de la que defenderse? ¿Un inversor que les inyecte dinero para levantar la compañía? …
Ceremonia Nikko abril 2017
Visto Toshogu cogimos el autobús para subir al lago. La carretera se empina bastante para subir a la montaña. Al llegar arriba había bastante nieve. Además el día se había ido cubriendo y no había mucha gente. Resultaba un poco desangelado. Lo primero que fuimos es ir a ver la cascada Kegon, no tiene mucha agua pero es una gran caida. La cascada puedes verla desde arriba o cogiendo un ascensor (de pago) verla desde abajo.
Kegon, Nikko abril 2017
Después de las cascadas fuimos a comer, en la calle principal que lleva de las cascadas al lago hay varios sitios, todos muy parecidos y ese día todos muy vacíos. Elegimos uno con pinta muy tradicional, no hablaban ingles pero para pedir un udon no hay mucha complicación máxime cuando tienes los platos pintados en plástico en la puerta. Fuimos los únicos clientes. Como siempre en Japón lo encontramos muy bueno.
Udon, Nikko abril 2017
La última actividad fue ir a ver el lago. Dimos un paseo por el borde pero una vez apreciadas las vistas no había mucho que se pudiera hacer, la mayor parte del camino estaba con nieve y no había un barquito que coger para navegar por el lago. Me recordaba un tanto a la sensación que tienes cuando en invierno vas a un sitio turístico de costa y está todo cerrado y sin ambiente.
Lago Chuzenji, Nikko abril 2017
La bajada al pueblo si que fue inyección de adrenalina. Cuando subes no lo aprecias tanto pero la bajada con el autobús lamiendo los quitamiedos en las curvas cerradas tiene su aquello sobre todo si vas en los asientos delanteros. Muy recomendable para los amantes de las atracciones vertiginosas.