Jesus died for somebody’s sins but not mine.
Garmayen por ?, 1979
Se me erizan los pelos del cuerpo cuando oigo esta canción. Y así es desde 1976, la primera vez que la oí cuando era estudiante interno en un colegio. Aunque el mejor recuerdo lo tengo de escucharla una noche en La Vaqueria de la calle Libertad. Un icono de una época de mi vida. Fue en los años de mi paso del adolescente rebelde gamberro al joven rebelde pensador. En cualquier caso, rebelde. Esa chica, mujer, persona, con tanto carácter y fuerza a pesar de su desgarbado y flaco aspecto, cantando con esa energía e inconformismo, era un modelo para mi.
Nueva York, julio 2015
Este mes de junio, día 23, teníamos las entradas para una única actuación de Patti Smith en el Teatro Real. Lamentablemente, como otras muchas cosas en esta negra época, el concierto se canceló. Patti tiene más de 70 años, la probabilidad de verla en el escenario va a ser muy baja. Pero aunque me hubiera gustado que hubiera ocurrido tampoco iba a reemplazar este concierto los sentimientos y sensaciones que tengo interiorizados. Tal vez sea mejor así, o no, si hay otra oportunidad volveré a intentarlo.
Is art? MoMA, octubre 2015
Como no había concierto, me he comparado un libro de ella,
Eramos unos niños, donde narra recuerdos de sus infancia y sobre todo su relación con Robert Mapplethorpe, cuando coinciden jóvenes en Nueva York. Me está gustando porque me devuelve recuerdos de mi propia juventud, salvando mucho contexto diferente, social, geográfico, tal vez no tanto temporal, pero con coincidentes impulsos vitales.
La Tierra DEP, 1979
Desconocía la intima relación de Patti Smith y Robert Mapplethorpe, a pesar de mi admiración por ambos nunca indagué en sus biografías. Si siempre me gustó la foto de la portada de Horses, ahora le doy doble valor al saber que es obra de Mapplethorpe. He ido a buscar el vinilo que seguro que tenía… y ya no lo tengo. Sé que lo tuve pero en la neblina del recuerdo no sé si fue mío o prestado y lo devolví, o tal vez era mio y lo dejé sin vuelta. Sin lugar a dudas, en la primera ocasión lo voy a comprar.
Nueva York, octubre 2015
El que si tengo es el tercer disco, Easter. Lo gané en el campeonato de fútbol del campo de trabajo de julio de 1979. Fue gracioso porque los equipos se hacían por sorteo y salvo Javier Iturmendi y yo jugábamos algo, el resto del equipo no sabía dar a la pelota con el pie. Bueno también teníamos un portero, Willy, que no hacía falta que le diera con el pie, paraba y mucho. El caso es que, sorprendentemente, ganamos, yo adelante, Javier dándome pases y el resto a ponerse delante del contrario en plan muro y a recibir pelotazos. Estaba yo en un momento de forma extraordinario. Al ganar el campeonato nos regalaban un disco a elegir. Y elegí
Easter de Patti Smith, y ese sí que me acompaña desde entonces.
Puente de Brooklyn, octubre 2015
NOTAs: Esta entrada la empecé el 12 de marzo de 2016, supongo que tras una emotiva audición que me inspiró. Escribí:
Se me erizan los pelos del cuerpo cuando oigo esta canción. Y así es desde 1976, la primera vez que la oí estudiante interno en un colegio. Para mi todo un símbolo de una época.
Y ahí se quedó … Y cuatro años después lo he continuado. Evidentemente en el 2016 no sabía que iba a tener la oportunidad de ver a Patti actuar … ni que la iba a perder por algo tan de ficción como una pandemia.
Easter, julio 2020
En la entrada comento que no hay mucha distancia temporal entre el relato de Patti y mi adolescencia. Son entre 10 y 15 años pero creo que el nervio vital y los estímulos externos que tendría un joven en Nueva York en los 60 no serían muy diferentes de los que tenía un joven en Madrid la segunda mitad de los 70. Aún siendo Nueva York la capital del mundo y Madrid una capital de provincia.
Vista desde el MoMA, NY octubre 2015
He buscado fotos de aquellos años, míos, y no he encontrado mucho. No hacía, ni me hacían, muchas fotografías, era un estudiante sin ingresos y comprar un carrete, revelarlo y pasarlo a papel suponía contar con un dinero que rara vez contaba con él. En aquellos entonces usaba la Yashica telemétrica que fue de mi padre. El hizo muy buenas fotografías, en cambio yo nunca lo conseguí, quiero creer porque me llegó rota … El caso es que las pocas fotografías de entonces son malas y además los negativos están en muy mal estado. He rescatado una foto que alguien me hizo tocando la guitarra, y otra de un burdo y obvio bodegón reivindicativo. Yo también pensaba en ser un artista 😀 y estaba comprometido con la no violencia y el ecologismo … El resto de fotos que acompañan son del viaje a Nueva York de octubre de 2015. He buscado fotos que tal vez no hayan cambiado mucho en esa ciudad desde los años 60, y si no, da igual.
Garmayen por garmayen, julio 2020