Aparte de las actividades habituales tuvimos dos momentos excepcionales: En la pared de una casa del pueblo vimos una mariposa grande de color verde posada. No se movía pero no parecía muerta, así que ahí la dejamos.
Bajamos al Hoz Seca y nos encontramos con un grupo de motoristas que siguiendo la pista tenían que vadear el río, y no se lo esperaban. Al primero que lo intento se le paró la moto en mitad, el segundo se cayó (el de la foto) pero pudo seguir y el tercero lo consiguió del tirón. Otras dos motos optaron por desmontar equipaje y pasarlas por un puente.