No estuve en Woodstock pero vi la película varias veces en el Cine Estudio Griffith y otras en el Covadonga, así que es como si hubiera estado allí. El que si estuvo en cuerpo presente fue John Fogerty formando parte de la banda Creedence Clearwater Revival. Pero no es por verle en Woodstock que es uno de mis músicos (grupo) preferidos. Lo es porque mi amigo Juan tuvo durante años puesto permanentemente en su tocadiscos de maleta el Live in Europe de CCR. Eran los finales de los 70. Recuerdo ir a buscarle a su casa, encontrarle en la cama, dormido o dormitando, abrir los ojos, estirar el brazo para conectar el tocadiscos y encender un Ducados. Tantas veces que ese disco es banda sonora de mi vida, jaja, como ridículamente se dice. Cuando tuve oportunidad compre el CD, recién pasado a ese soporte, y al principio me parecía que se oía raro, falto de los saltos y el crepitar de la aguja en los surcos con ceniza.
Salvo por una calidad de sonido bastante alejada de la perfección, el concierto cumplió con mis expectativas, todas esas canciones que siempre han sonado en el interior de mi cabeza durante años escuchadas en directo. El repertorio completo de este gran compositor y guitarrista.
Podía haber titulado igualmente esta entrada De Parque de Entrevías 1982 a Hoyos del Espino 2014 pues anterior a John Fogerty otra leyenda viva, a escala local, tocó en el concierto: Rosendo. Leño,su grupo en los 70 y 80, fue uno de mis favoritos de aquel Madrid de la llamada transición. En julio del 82 en las fiestas de Vallekas en el incomparable marco del descampado y arenoso Parque de Entrevías, al culo del mundo, sobre las cocheras de la EMT, mirando ya a Villaverde, tuvo lugar un concierto rock con varios grupos y como principal y último, Leño. Para mi su mejor concierto de los que le vi. Tuvimos que esperar 6 horas de sed, en la primera nos bebimos en litronas el poco dinero que llevábamos, y volver andando a casa. La verdad es que a Rosendo en solitario ya no le he seguido y sus canciones me parecen muy iguales, pero me gustó y con mejor sonido que JF. El marco del concierto, Gredos, espectacular, y he de decir que en ningún momento me pareció que se hiciera un abuso del entorno. Alojarse en el camping fue un acierto, tantos tiempo sin dormir en una tienda de campaña y lo divertido que es. A la vuelta en el camping había un «after concert» que duró hasta que la luz del amanecer borró las estrellas. Pero nosotros ya en la tienda solo lo tuvimos como nana a pesar del sonido atronador. Entre sueños oí el último grupo, Coz, otro de los habituales de conciertos populares de aquella época de libertad. Y es que fui más del reivindicativo rock urbano que de la glamurosa y sobrevalorada movida madrileña.Las fotos están hechas con la compacta G12, suficientemente ligera para no acabar arrepentido y poder tomar alguna foto recuerdo sin pretensiones.