Lisboa objeto central de nuestro viaje. Realmente lo que vimos de Lisboa es el centro histórico: Alfama, Baixa, Chiado y Bairro Alto. Nuestro hotel estaba situado cerca de la Plaza del Marqués de Pombal. Desde esa plaza hasta la del Comercio, Avenida Liberdade arriba y abajo.
La ciudad es muy bonita y mantiene el «sabor» de otras épocas. Lástima que hay muchos edificios abandonados que necesitan rehabilitación. Paseando se te queda una sensación de decadencia y dejadez.
La primera noche al llegar paseamos por el Chiado y subimos en el elevador de Santa Justa. A la mañana siguiente, un día muy nublado, atacamos Alfama, el Castillo de San Jorge y pateamos el barrio.
Nos sorprendió agradablemente lo limpio que tenían los bares incluso los pequeños de barrio. Las paredes parecían recién pintadas.