Es una fiesta llena de luz, color ¡y sonido!. Aunque esto último no se sentirá en este diario. Tiene sus detractores pero a mi me gusta. Pone patas arriba la ciudad, pero es para alegrarla.
Una falla siempre ha de tener un carácter crítico y humorístico sobre algún aspecto social o político actual. Eso le da una dimensión especial: Un personaje de relumbrón nunca lo será si no sale en una falla!.
La noche del 15 de marzo es cuando se montan, ‘la plantà’.