Resulta que el 6 de diciembre de 2009 domingo se celebró la maratón de Lisboa. Y justamente pasaba por el cai de sodré donde pensábamos coger el tranvía 15 a Belém. Y como nosotros miles de turistas. Después de una hora de desconcierto y de hacer cola a la nada, tuvimos la suerte de pillar al vuelo un taxi que nos llevó hasta la torre.
La vimos por fuera y a los Jerónimos. De los Jerónimos lo más impactante es la bóveda. Muy espectacular. El día estaba muy nublado y deslució la excursión, con lo que decidimos volver a Lisboa a comer. Y ahí ya empezó la cosa a torcerse.
La vuelta en un tranvía hasta arriba de gente. Lo alucinante fue que Miguel consiguió sentarse!! Que agobio de viaje. En Lisboa comimos bien pero tarde, tardaron mucho y fue la peor comida en cuanto a servicio, no a calidad.
Como todo iba ya torcido a la tarde no paro de llover y poco más hicimos.