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El primer día laborable, tercer día del viaje, inevitablemente fuimos a la compra. Visitamos Betanzos, comimos en Lorbé y por la tarde a la Torre de Hércules y La Coruña. El día gris y oscuro con episodios de lluvia. Betanzos es un pueblo con mucho sabor. Tiene zonas abandonadas que contrastan con las elegantes y cuidadas. Tiene muchos rincones fotogénicos. Ya había estado en 1979 pero no encontré ningún recuerdo, pero si esa sensación de haber estado.Lorbé puertecito pesquero donde hay muchas bateas de mejillones y por lo tanto tiene un montón de restaurantes donde los platos principales son mejillones, zamburiñas, navajas, berberechos … moluscos de gran calidad. El puerto nos dío para un paseo y fotos antes de partir a La Coruña.A la torre de Hércules decidimos nos subir ya que la visibilidad era muy escasa. Aún así los chavales decidieron subir mientras los menos chavales dábamos un paseo por el paseo que hay ahora. De la torre y la ciudad de La Coruña si que tenía recuerdos detallados de la visita del 79. El cuarto Día de Santiago y Finesterre. No lo sabíamos pero fue el día de mejor clima. Bueno en Finesterre volábamos con el viento frio. Santiago está bien es bonito y con ambiente pero el rollo espiritual del «camino» me cansa. La catedral tenía la fachada en obras así que no hay foto postal :(. Nos dedicamos a pasear por la calles con soportales, ruas, y tapeamos y comimos estupendamente. Lo mejor de Santiago, para mi, es lo que no tiene que ver con Santiago y su camino.Con toda la tarde por delante decidimos ir a Finiesterra. El viento y el frío no nos hizo muy agradable la visita.
La mejor fotografia del 2017
Todos los años por estas fechas en foros y otras redes sociales se abren hilos para que pongas la que consideras tu «mejor foto» (tcp «la menos menos mala») del año que acaba. El año pasado por ejemplo en Sonymage puse una del amanecer en Momument Valley, no tanto por la foto, que también, era complicada tecnicamente y quedó aparente, sino por el recuerdo del maravilloso viaje que hicimos en verano del 2016.
Este año no he participado en ningún evento social de la mejor foto, pero me he entrenido unos minutos en pensar cual por podría ser la del 2017. Los viajes son los principales focos de inspiración fotográfica, ya que fuera de ellos casi no hago fotos ultimamente. Este año ha tocado Japón y Copenhague. Y revisando las Galerías de fotos de viajes de estos viajes me quedo con la que hice en el puente Azuma en Tokio pero en su versión en blanco y negro.
Feliz años 2018.
Avanza el otoño
Y sigue sin llover. Arroyos secos, fuentes goteantes, ríos y pantanos a ínfimos niveles de agua … Eso si me preocupa y no los nazionalismos campantes.Menos mal que nos quedan los colores, la única alegría de momento de este Otoño.
Kamakura
El último día de JR Pass nos fuimos a Kamakura a ver el Buda gigante.
Como llegamos pronto pude hacer fotos del Buda sin gente, cuando salíamos del templo ya eso ero imposible pues se había llenado de gente. La estatua es impresionante, elegante y espiritual. Habíamos montado en el trenecito local Enoden y decidimos seguir la línea hasta el final, una parte de ella corre paralela a la costa. De camino a la estación nos pillaba el templo Hasedera y fuimos a verlo. Aparte de los jardines lo que más me llamó la atención fueron las estatus para recordar bebes muertos que ponen sus padres y se van quitando cada cierto tiempo para dejar sitio a otros :S. Aparte de estatuas el templo destaca por sus bonitos jardines.Nos fuimos a comer a la isla de Enoshima que se llega a ella cruzando un puente. Allí tienen una rapaz que llaman kite o hawk (halcón) aunque el tamaño es más bien de una águila imperial, pero se comportan como las gaviotas en plan de buscar comida de dónde sea incluso quitandola a las personas con el peligro que esto tiene. Hay muchos carteles advirtiéndote de llevar cuidado si comes al aire libre.Buscamos un restaurante apropiado y elegimos uno con buena pinta y muy local, no turístico, pero muy solicitado. Lo primero que tenías que hacer es coger un papel en una máquina que deducimos era el turno. Empezamos a dudar cuando veíamos que no era secuencial …. tan pronto pasaba el 23 como el 35. Y los números anunciados en japones a grito pelado. Pero estaba todo correcto, preguntamos al que decía los números y muy amablemente ya nos avisó cuando nos tocaba. Los números iban corriendo en función del número de comensales por mesa.Comimos muy bien. A la salida me entretuve en intentar fotografiar a los halcones y por primera vez en mi vida conseguí una foto decente de una rapaz al vuelo. Bien es verdad que se acercaban mucho, ¡pero iban rápido!. De ahí a los trenes para seguir viendo barrios de Tokio.