Revisando negativos antiguos me he encontrado con este «ingenuo y juvenil» bodegón. De cuando no tenía ni idea de iluminación, ni me fijaba en los fondos ni en la profundidad de campo. Ni que decir de la composición :D.
Una «obra temprana» cuyo único valor es que es mía. Pero la aprecio. Y es cierto que en la fotografía digital el aprendizaje es mucho más fácil al poder ver los resultados al momento. Cuando era joven, todo era más complicado en el proceso fotográfico pero a la vez era más ilusionante.