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Atardecer entre borrascas

L'Albufera, 9 de diciembre de 2022

L’Albufera, 9 de diciembre de 2022

Por suerte, aunque nunca llueve a gusto de todos, estamos teniendo unos días de lluvias intensas. Eso sí, sin frio. El sábado 9 de diciembre fue un día entre borrascas, el único sin lluvias en una semana. Aproveché para acercarme a la caída del sol a L’Albufera para sacar esos colores mágicos que explotan cuando ya el sol se ha ocultado y hay nubes diversas en el cielo. El objetivo era hacer una amplia panorámica. Sin embargo, para esta entrada he optado por mostrar un invento sin color. Un blanco y negro en dos tonos de virados.

Un verano abrasador

Sol, L'Albufera, agosto 2022

Sol, L’Albufera, agosto 2022

Estamos en el último fin de semana del verano de 2022. Me he centrado en contar los viajes a Cantabria y a Irlanda, tanto en fotografía como en literatura, que no he comentado en este diario nada sobre cómo ha transcurrido, ni he mostrado otras fotos. Lo primero que he de decir es que ha sido un verano muy caluroso. Empezó con olas de calor en junio antes de su inicio astronómico y que salvo días excepcionales el calor ha sido excesivo tanto desde el punto de vista estadístico como desde el punto de vista sensitivo, hasta los huevos de él. Y también ha sido seco, aunque los números digan que no, pero venimos de un invierno y una primavera con pocas lluvias y con el alto nivel de calor ha provocado sequías y restricciones de agua en muchos lugares. Lo bueno es que ha sido, después de dos que no, un verano normal, en cuanto al virus. Tuvimos una super ola en el mes de junio y pasada esta, los niveles de contagios y sobre todo el impacto en la salud han sido bastante leves. Casi que nos hemos olvidado de él. Como todos los veranos mientras no hay oportunidad de ir a nuevos y exóticos parajes, la familia los pasamos entre Madrid, Peralejos de Las Truchas y El Saber. Mismos sitios, mismas fotos. Pero siempre intentando mejorar.

Vía Láctea, Peralejos de las Truchas, julio 2022

Vía Láctea, Peralejos de las Truchas, julio 2022

El estío es buena época para la fotografía nocturna. Hay que aprovechar las noches templadas o, al menos, poco frías para salir y fotografiar el cielo estrellado. El primer fin de senmana de julio había luna nueva. así que era bueno para intentar capturar la vía láctea. El escenario, la ermita de ribagorda, Alto Tajo. Comprobé con las aplicaciones del móvil la hora en la que sería visble. Por la tarde fui a buscar mi composición ya que luego por la noche es complicado. Pues bien al final sobre la marcha fui cambiando la posición de la cámara pues no estaba contento con los resultados. Por un lado la contaminación lumínica de Peralejos y sobre todo de Checa afeaban el cielo. Por el otro, a pesar de la planificación, la ermita y la vía láctea no se veían enteras con el 14 mm. De las tomas que hice al final me quedo para mostrar con una donde la vía láctea se ve más. Claro que con una rara composición con la ermita medio tumbada por la distorsión óptica del gran angular y la silueta negra de los arboles que no se sabe muy bien que es lo que es. La luz roja en los arcos de la ermita está lograda con una linterna. De casualidad, procesando en Lightroom la foto, descubrí una nueva opción que son los ajustes preestablecids y ahí uno que resaltaba las estrellas de una manera que yo nunca sería capaz de hacerlo. Mi foto ya no es mi foto :D, se podría hablar mucho de ello. Pero cierto que las estrellas las capturé yo, no el Lightroom.

Campos de Lavanda, Brihuega, julio 2022

Campos de Lavanda, Brihuega, julio 2022


De vuelta a Madrid pasamos por los famosos campos de lavanda de Brihuega. Y tan famosos, estaba llenos de gente. He visto fotos espectaculares de ese sitio, atardeceres maravillosos inclusos nocturnas, pero no fue el caso, el día que estuvimos el atardecer fue bastante ñoño. Habrá que volver otro año.

Súper luna, Madrid, 13 de julio de 2022

Súper luna, Madrid, 13 de julio de 2022

Dos semanas después de la luna nueva tocó la luna llena, obvio. Era la super luna del verano y a por ella que fuimos, Navburis y yo, con el 100-400. Pensé un escenario, el donat del parque Juan Carlos I y planifiqué el punto y hora de disparo intentando capturar la luna asomando por encima del donut. Pues fallé. Tengo que trabajarlo más. La luna no apareció por donde esperaba y por lo tanto en ningún moemteo se asomó por detrás del donat. Al final la capturé muy por encima. Tampoco acerté con el enfoque, calculé la hiperfocal para que estuviera todo en foco pero la luna no lo está.

Zampullín cuellinegro. Estany del Pujol, agosto 2022

Zampullín cuellinegro. Estany del Pujol, agosto 2022

Como es habitual a finales de julio trasladé mi lugar de residencia a orillas del Mediterráneo y de L’Albufera. El gran interés fotográfico ahí, claro, son las aves acuáticas. Una razón de peso para comprar en su día el 100-400, y pesa, si. El estanque del Pujol, «el lago» es mi fuente principal de inspiración por la diversidad de aves que hay. Cada año van cerrando más área para los pájaros, lo cuál está muy bien para tranquilidad de los palmipedos pero muy mal para los fotógrafos que tenemos cada vez más lejos a los modelos. Pillé relativamente próximo a una pareja de zampullín cuellinego. Es un ave para mi llamativa. Fue entonces cuando pensé que un duplicador para el 100-400 sería una adquisición muy apropiada para acercarme a los patos y pajaritos. Así que me compré un duplicado con lo cual paso a disponer de un 200-800, olé. Sin embargo no volvía a tener a tiro a los zampullines cuellinegro.

Parotet, EL Saler, agosto 2022

Parotet, EL Saler, agosto 2022

Otra de las actividades tipicas de verano es hacer fotografía macro de bichitos. Este año lo he hecho muy poco, ya que no he sacado tiempo para ello. Solo minutos, no llegó a la hora. Y claro, ninguna fotografía que merezca la pena. Pero al final del veraneo, por la terraza de El Saler pasó un caballito del ddiablo y se posó en una percha del tendedero. Rápidamente fui a por el macro, me acerqué y a pulso disparé. A pesar de que tiene algo de trepidación está lo suficiente bien para apreciar al bicho y sus bonitos colores.

Luna, L'Albufera, agosto 2022

Luna, L’Albufera, agosto 2022


La primera prueba que pude hacer con el duplicador en cuanto lo recibí fue una foto a la luna. Una luna con un 800 mm. Pues si, se ve más grande y aprecias mejor los cráteres y erosiones. Pero no es más que la luna y le falta un escenario que le aporte algo más. Por supuesto tuve que poner el tele sobre trípode y enfocar manualmente.

'Eh, de qué vas', Estany del Pujol, agosto 2022

‘Eh, de qué vas’, Estany del Pujol, agosto 2022


Con el 100-400×2 fui un par de días emocionado al Estany del Pujol. La verdad es que este año de poca aportación hídrica, la superfcie del agua es mucho menor que otros veranos. Sin embargo a pesar de ello, he visto menos limícolas y zancudas en las orillas fangosas. No sé si ha sido por la nidificación de nuevo de las gaviotas que hacía unos años que llenaron las playas del lago hasta mitad de agosto: Los que si han aparecido han sido los flamencos. Algunos días hasta un veintena de ellos. Con el 400 convertido en 800 podía tomar primeros planos de ellos, genial, pero de paso descubrí las desventajas de este sistema. Enfocar es complicado, la apertura focal se duplica, es decir pasa de 4.5 a 9 y pierdes el doble de luz, la trepidación de las fotos es más probable y es imposible seguir objetos en movimiento.

Flor de cactus, agosto 2022

Flor de cactus, agosto 2022


Ya acabando el veraneo un cactus nos regaló una flor. Son espectaculares estas flores pero duran escasamente un día. Así que no es frecuente tener la oportunidad de fotografiarlas.

Y hasta aquí, repaso y punto final al verano 2022.

Puente de diciembre 2021

Marjal del Moro, diciembre 2021

Marjal del Moro, diciembre 2021

En España, la consecutividad en diciembre de dos fiestas ,los días 6 y el 8, nos da la oportunidad de tener, según como caiga en días laborables, unas minivacaciones.
Hemos aprovechado para ir a VLC a ver familia, dormir y comer y de paso ver un sitio nuevo: La Marjal del Moro. Es un humedal entre Puzol y Sagunto, pegado al mar, que se ha salvado por los pelos de ser terreno cultivado de adosados playeros. El hábitat es similar al de la L’Abufera.
Pato cuchara, diciembre 2021

Pato cuchara, diciembre 2021

Paseamos después de la comida hasta la puesta de sol, no mucho tiempo en estos días de poca luz, pero suficiente para disfrutar un rato de naturaleza … y sin gente! En los miradores entre las cañas pudimos ver algunas aves, fundamentalmente patos cucharas y pollas de agua. En el cielo estorninos y laguneros, pero estos si que no se pusieron a tiro.
Atardecer 7 de diciembre de 2021

Atardecer 7 de diciembre de 2021

El atardecer fue espectacular con unas nubes tremendas de forma lenticular de color dorado combinando tonos brillantes y oscuros sobre el azul metálico de cielo frio. También he tenido la oportunidad de fotografiar a unos zampullines cuellinegros en el L’Estany del Pujol que no tenía «pillados».
Zampullines cuellinegros, diciembre 2021

Zampullines cuellinegros, diciembre 2021

Quizás el verano que viene

Han sido cuatro semanas largas las que he pasado fuera de Madrid. Tres de vacaciones y una de trabajo. Al recoger la casa, guardar las bicis, cerrar la mesa de la terraza, poner a resguardo las plantas… siempre te acompaña una sensación de nostalgia anticipada. Y siempre desearías quedarte una semana más …

L'Albufera, agosto 2021

L’Albufera, agosto 2021

Ha sido un verano tranquilo, sin hacer nada especial, recuperando algunas cosas que el verano pasado no se pudieron hacer, pero descansando, sin sobresaltos. Eso, la verdad, en los tiempos que corren se agradece. Dice la maldición china «que vivas tiempos interesantes» y casi que ya estamos cansados de tiempos en los que el devenir supera tus pequeños deseos.
Tenebroso, agosto 2021

Tenebroso, agosto 2021

En lo climatológico ha sido un verano raro, casi no hemos tenido ningún día de cielo azul y sol radiante. El último día de playa, si, justo el último. La mayoría de días han sido nublados, con brumas, con calima, con nubes altas, bajas, delgadas y gordas. Y lluvia. En distintas frecuencias, intensidades y tamaños de gota. Menos calor que los últimos veranos.
Luna de agosto,  2021

Luna de agosto, 2021

La fotografía la he centrado en las aves acuáticas de la zona. La verdad es que es espectacular la diversidad que tienes al alcance de la mano a pesar de la presión humana existente. No he estado creativo, no hay «fotos conceptuales», y tampoco me he puesto a realizar paisajes, que con un poco de ganas, madrugar fundamentalmente, alguno se puede hacer. Bueno, una puesta de sol he hecho. También un autorretrato que voy a ver si me vale como foto para el DNI. Me he sacado serio para que la policía no me considere lo que soy.
Toma falsa, agosto 2021

Toma falsa, agosto 2021

Lo único que me ha faltado ha sido conseguir ‘el reto deportivo’: Correr un trayecto por pistas de La Devesa de unos 8 a 9 kilómetros entre la ida y la vuelta. Esta vez entre esguince de tobillo, pinchazo en el gemelo y torcedura de rodilla no he conseguido sentirme seguro
de estar en forma para hacerlo. Pero lo haremos, quizás el verano que viene.
Correlimos tridactilo, agosto  2021

Correlimos tridactilo, agosto 2021