Me he pasado muchos días (noches) de este año vigilando la luna. Me apunto a concursos/juegos de fotografía para obligarme a estar haciendo fotos de forma regular, no solo en los viajes. Además es una forma de seguir aprendiendo pues en ocasiones te plantean géneros de  fotografías que nunca has hecho y tienes que ver como hacerlas. Eso aparte del innegable valor  de someter tus «obras» a la crítica, a veces constructiva, siempre injusta, jaja, de otros fotógrafos. El juego de este año,  si, un año de duración,  son 12 pruebas fotográficas a realizar una al mes. De todas las pruebas una de ellas ya sabía que me iba a costar: Nocturna con luna. He hecho intentos  casi todos los meses, he llenado las tarjetas de memorias de fotos inútiles de la luna.

Luna sobre Madrid, noviembre 2015

Luna sobre Madrid, noviembre 2015

La luna, en la noche, plantea dos problemas para fotografiarla. Uno es que está mucho más iluminada que el resto de entorno terrestre. Si expones para la luna, el resto negro. Y si expones para el entorno, la luna quemada. El segundo problema es que se mueve. Y se mueve deprisa con lo que tienes que disparar a velocidad de 1/100 (ISO 100). Es decir que si quieres que el entorno se vea entonces tu luna va a ser un borrón sobrexpuesto. Para resolver el problema técnico hay una opción que es obtener dos exposiciones y unirlas en una sola toma. Sea poniendo un filtro de densidad neutra, tomando dos capturas sobre el mismo fotograma (fichero) o uniéndolas en el procesado con el programa de edición de turno.  Esto tan sencillo de realizar en el mundo digital  no lo era tanto en la época analógica para el aficionado medio pero ya se hacia.
Luna en el Alto Tajo, mayo 2015

Luna en el Alto Tajo, mayo 2015

De la enciclopedia práctica de fotografía Kodak (año 1979), tomo 6, página 1658: «Puede lograr efectos interesantes efectuando exposiciones dobles con objetivos diferentes».  Esto es, aparte de la exposición tenemos el problema del tamaño. En una vista amplia la luna te va a quedar pequeña. Así que esta es la solución,  y así lo hice yo: Una captura de la luna con un teleobjetivo, por ejemplo un 300 y una captura del entorno con un gran angular, 24 o 35 mm.  Cada una con su exposición adecuada. Se revelan (RAW) por separado y luego en programa de edición se unen copiando la luna (recortada) sobre el entorno,fusionando la capa en modo trama para que solo los puntos con más iluminación se superpongan. El tamaño de la luna puede quedar un tanto irreal y hay que ajustarlo mediante un cambio de escala (herramienta transformar, escala). Lo normal es poner la luna «ampliada» en el mismo sitio donde está la luna «del entorno», pero ya puestos a hacer trampas hasta la puedes colocar en otro sitio.
Luna de Valencia, abril 2015

Luna de Valencia, abril 2015


Logicamente la luna más llamativa y la que he fotografiado ha sido la luna llena pero tambien la de cuarto creciente es una buena luna. Para este seguimiento de la luna me han sido muy util dos aplicaciones The Photographer’s Ephemeris y Exsate Golden Hour